Este artículo se publicó hace 15 años.
Raúl Castro anuncia recortes sociales y dice que negociaría con EE.UU. sin dejar el socialismo
El presidente cubano, Raúl Castro, anunció hoy más recortes de gastos sociales, para atajar la crisis económica de la isla, y reiteró su disposición a dialogar con Estados Unidos, pero sin "restaurar el capitalismo" ni "entregar la revolución".
En un discurso ante la Asamblea, al justificar los recortes en salud, educación y otros renglones, dijo que en abril pasado Cuba rebajó su expectativa de crecimiento del 6 por ciento al 2,5 por ciento, pero que en el primer semestre sólo creció 0,8 por ciento, lo que obligó a reducir ahora la meta anual a 1,7 por ciento.
Reconoció que han caído "significativamente" las exportaciones de productos como el níquel, mientras que el turismo "enfrenta la paradoja" de que crece el número de visitantes pero disminuyen los ingresos.
El general cubano señaló que la crisis obligó a "renegociar" deudas, pagos y otros compromisos con entidades extranjeras, a las que ratificó que cumplirá los acuerdos previstos.
"En las condiciones de nuestro socialismo imperfecto, a causa de insuficiencias propias, mucha veces dos mas dos da como resultado tres", afirmó.
"Los gastos en la esfera social deben estar en consonancia con las posibilidades reales y ello impone suprimir aquellos de que se es posible prescindir. Puede tratarse de actividades beneficiosas y hasta loables, pero simplemente no están al alcance de la economía", explicó.
"Se adoptarán otras decisiones en educación, salud pública y el resto del sector presupuestado, dirigidas a generar gastos que sencillamente resultan insostenibles, que han ido creciendo de año en año y que, además, son pocos eficaces o, peor aún, hacen que algunos no sientan la necesidad de trabajar", afirmó.
"A veces da la sensación de que nos estamos comiendo el socialismo antes de construirlo y aspiramos a gastar como si estuviéramos en el comunismo", agregó Raúl Castro.
Sobre Washington, reiteró que está dispuesto a hablar "de todo", pero sin renunciar a la revolución que encabezó en 1959 su hermano mayor, Fidel Castro, enfermo desde hace tres años y cuya silla vacía estaba a su lado en la Asamblea.
"A mí no me eligieron presidente para restaurar el capitalismo en Cuba, ni para entregar la revolución. Fui elegido para defender, mantener y continuar perfeccionando el socialismo", afirmó el general.
Explicó que es su respuesta a la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, por haber condicionado recientemente el diálogo a "cambios fundamentales" en Cuba
Además, responde a quienes en la Unión Europea "reclaman gestos unilaterales" a La Habana, en la dirección de desmontar su "régimen social y político".
"Estamos listos para hablar de todo, repito, de todo, pero aquí de Cuba y allá de los Estados Unidos. No a negociar nuestro sistema político y social. No le pedimos a Estados Unidos que lo haga, debemos respetar mutuamente nuestras diferencias", señaló.
Dijo que ha observado "con atención" la actitud hacia la isla del presidente estadounidense, Barack Obama, a quien criticó por mantener el bloqueo económico y comercial que Washington impone a La Habana desde 1962, y por seguir incluyendo a Cuba en la lista de promotores del terrorismo internacional.
Asimismo, aclaró que "hasta este momento" no rigen las "positivas aunque mínimas medidas" anunciadas por Obama en abril pasado, que derogaban algunas restricciones de viajes y remesas para los cubano-americanos y facilitaban operaciones de comunicaciones.
"Es importante que esto se conozca, porque existe confusión y manipulación en la prensa internacional al respecto", agregó.
No obstante, reconoció que "ha disminuido la agresividad y retórica anticubana" en Washington y celebró que se hayan reanudado las conversaciones migratorias "de forma seria y constructiva".
"Aclaro que encaramos el asunto con absoluta serenidad y sin apresuramiento alguno. Llevamos 50 años caminando en el filo de una navaja y somos capaces de resistir otros 50 años de agresiones y bloqueos", apuntó.
Castro insistió en que Cuba nunca renunciará a la "devolución incondicional" de la Base Naval de Guantánamo.
Sobre la expectativa en algunos círculos norteamericanos de que desaparezca la "generación histórica de la revolución", para ver transformaciones en la isla, insistió en que "están condenados al fracaso" porque los jóvenes cubanos que les sucederán "nunca se desarmarán ideológicamente".
Del VI Congreso del gobernante Partido Comunista, que estaba anunciado para fines de año y pospuso indefinidamente, anunció que antes tendrá lugar una "conferencia" para renovar la cúpula, porque la actual fue elegida para 5 años y ya han pasado 12 desde el anterior congreso.
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