El ex ministro de Economía Rodrigo Rato llegará hoy a la presidencia de la cuarta entidad financiera de España -Caja Madrid- en un año complicado para un sector inmerso en un proceso de reestructuración, que se enfrenta a la subida de la morosidad y a las consecuencias de los bajos tipos de interés.

Hoy se reunirá la Asamblea General de la caja para elegir a los nuevos miembros del consejo de administración, que tiene previsto decidir el nombramiento del ex vicepresidente del Gobierno y ex director gerente Fondo Monetario Internacional (FMI) como nuevo presidente de la caja por un periodo de -en principio- seis años.

El proceso de la llegada de Rato ha fructificado en pocos meses a pesar de que ha tenido que enfrentarse a muchas trabas, como lograr el consenso en torno a su figura en el PP, la paralización de las elecciones de la caja en un juzgado o las discrepancias entre partidos, sindicatos y entidades representativas en la caja.

En la Asamblea debe ser propuesto como miembro del Consejo de Administración, al que puede acceder tras haber renunciado a sus puestos como director general senior de banca de inversión de Lazard, consejero externo de Criteria y en el Consejo Asesor Internacional del Banco Santander.

El economista, abogado y político, que fue ministro de Economía con el PP durante ocho años y director gerente del FMI tres años, es valorado especialmente por aquellos sectores del mercado que consideran que al frente de una gran caja debe estar un experto en el mundo de las finanzas.

Fuentes financieras valoraron la gran experiencia de Rato y destacaron que dirigir a la segunda caja de España tiene una gran visibilidad que puede ser muy provechosa en el mundo político, si bien manifestaron su esperanza en que ocupe la presidencia por un "largo plazo de tiempo" y recuerdan que es uno de los artífices del crecimiento económico español de los últimos años.

Rato ha sabido compaginar su trayectoria económica con la política, ya que fue uno de los nombres que figuraba en las quinielas para sustituir a José María Aznar en el liderazgo del PP.

En su nueva etapa al frente de Caja Madrid -que ganó 265,8 millones de euros el pasado año, un 68,4 por ciento menos que en 2008 tras realizar una dotación cautelar de 656 millones a provisiones- debe enfrentarse a la subida de la tasa de morosidad, que la caja ha conseguido reducir hasta el 5,4 por ciento.

Uno de los campos en los que deberá jugar Rato es el proceso de reestructuración de las cajas, que el Banco de España pretende cerrar este semestre y en el que Caja Madrid está llamado a tener un papel protagonista.

En las quinielas para unirse a Caja Madrid esgrimidas por los mercados aparecen Caixa Galicia -inmersa en trámites para una posible fusión con Caixanova- y la Caja de Ahorros del Mediterráneo.

El actual presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, destacó esta semana que el ex ministro llegará acompañado de un nuevo equipo que se encontrará "todas las combinaciones" de posibles fusiones en "un menú para que pueda elegir".

Andrés Dulanto