Este artículo se publicó hace 16 años.
Rato dice que Banesto compró Aguas de Fuensanta a un precio inferior al de mercado
El ex ministro de Economía Rodrigo Rato negó hoy que el grupo Santander hubiera hecho un "favor económico" a su familia al comprar el 45,3% de Aguas de Fuensanta en 1999, ya que el precio pagado fue la mitad que el de mercado y la operación trató de evitar una ejecución judicial nociva para ambas partes.
En su declaración como imputado ante el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, que investiga la operación, Rodrigo Rato y su hermano Ramón Rato reconocieron que su familia atravesaba por dificultades económicas a finales de la década de 1990, lo que les impedía pagar unos créditos contraídos con Banesto, con quien habían operado durante casi medio siglo.
Según fuentes jurídicas, los hermanos explicaron que, ante la imposibilidad de que su familia hiciera frente a sus obligaciones, Banesto aceptó hacerse con el 35% de Aguas de Fuensanta puesto como garantía del pago del préstamo y el 10% restante en manos de otra sociedad familiar a través de una compra-venta que permitiera pagar los créditos y evitara una ejecución de garantías que hubiera podido dilatarse en el tiempo, perjudicando a ambas partes.
El impago de créditos suele conllevar que el banco emprenda acciones judiciales para quedarse con el activo que garantizaba el pago del préstamo.
En este caso, Banesto pagó en 1999 unos 1.000 millones de pesetas (6 millones de euros); un precio considerado desorbitado por los querellantes, que sostienen que la sociedad estaba en "quiebra técnica" y que esa operación se realizó para ganarse el favor político de Rodrigo Rato para que paralizara el caso cesiones de crédito, en el que se investigaba al Santander.
En cambio, Rodrigo Rato sostuvo que el precio pagado por Banesto era muy inferior a las ofertas que les hicieron entre 1997 y 1999 y que valoraban la empresa al doble que la filial de Santander.
Una prueba presentada por la defensa de Rato también demostraría que no realizó favores políticos al Santander a cambio de la compra de Aguas de Fuensanta, aunque el ex ministro de Economía y ex gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) no fue preguntado por ella durante la declaración como imputado ante el juez José Sierra.
La prueba es un escrito firmado por la secretaria de Estado de Justicia en el último Gobierno de Felipe González y hoy vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ordenando al abogado del Estado no emprender acciones penales contra el Banco Santander en relación con el caso de las cesiones de crédito.
Durante su declaración como imputado, según fuentes de la defensa, Rodrigo Rato aseguró que su relación con Emilio Botín fue meramente protocolaria, mientras que su hermano Ramón sí admitió una relación personal, aunque aseguró que hace una década que no ve en persona a Botín.
Rodrigo Rato también dijo desconocer los pormenores de las negociaciones con Banesto, ya que fue su hermano Ramón quien las dirigió y quien le informó de su evolución y resultado -en varias ocasiones según el ex ministro y en una ocasión según el hermano-.
Los hermanos Rato están imputados, junto a los máximos responsables de Banesto y Santander en el momento de la operación de venta, por los delitos de apropiación indebida, administración desleal, falsedad en documento mercantil y cohecho en el caso de la compra-venta de su empresa familiar.
Hasta ahora, Emilio Botín, que declaró el pasado 8 de mayo, ha negado estar al tanto de la operación, en tanto que el consejero delegado del Santander y entonces presidente de Banesto, Alfredo Sáenz, aseguró el pasado día 22 que la compra fue una operación de recuperación de activos por impago de un crédito.
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