Este artículo se publicó hace 16 años.
Rajoy: "Dejemos en paz el pasado y la muerte y hablemos de futuro"
El cruce de avisos en el XIV Congreso del PP de Madrid empaña la imagen de reconciliación
El cierre del XIV Congreso del PP de Madrid estuvo repleto de recados. El más contundente fue el del líder conservador, Mariano Rajoy, quien insistió en que su partido debe abordar temas de "futuro" y no ponerse a tratar la Memoria Histórica o la reforma del aborto. Rajoy hizo un llamamiento para hablar "de la vida, de las personas, de los jóvenes, de los niños"... "Dejemos en paz el pasado y la muerte", pidió.
Sus palabras tenían un doble mensaje. Iban dirigidas, por supuesto, a Zapatero. Pero también a Esperanza Aguirre quien había defendido durante su intervención que ella no pensaba "rehuir ningún debate" con sus "adversarios".
La presidenta de la Comunidad de Madrid proclamó que su formación salía del congreso "con las pilas cargadas en lo ideológico y en lo político". Lo recalcó en varias ocasiones. Tanto como su interés por entrar a todo lo que el PSOE llegue a plantear .
"Vamos a dar todos los debates y los vamos a ganar porque estamos convencidos de que nuestros argumentos son los mejores, los más sólidos y los más firmes", manifestó frente a un Rajoy que prefiere sortear polémicas.
Frente al "verso suelto" en el que se ha convertido Aguirre, el presidente nacional del PP fijó ayer claramente la línea estratégica que debe seguir su partido. Él prefiere centrarse en la crisis económica, denunciando "la soberbia e inacción" de Zapatero.
Sólo se salió de ese guión para referirse a la ilegalización de ANV y PCTV. Dio la "bienvenida a la rectificación del Ejecutivo socialista", pero pidió "explicaciones" al fiscal general del Estado y al ministro de Justicia.
Las indirectas del alcaldePero las indirectas de Rajoy no fueron las únicas. Alberto Ruiz- Gallardón también dejó caer algunas frases de libre interpretación. El alcalde de Madrid dijo que un proyecto necesita "ideas y soluciones" y que éstas, en el caso del PP, se recogían en las ponencias que su partido aprobó en el Congreso de Valencia, donde Rajoy salió reelegido presidente.
Pero no fue su única forma de decirle a Aguirre que no se le debía olvidar quien mandaba. Tras algunos elogios a la presidenta de la Comunidad, señaló que su "empuje y carisma" debían estar "al servicio" de la victoria de Rajoy.
"Un proyecto necesita una visión estratégica de futuro. Y ésta la tiene el discurso que día a día los órganos directivos del partido realizan", señaló para especificar quién marca el estilo de oposición. Y pidió "unidad interna", apuntando que ésta se demuestra "en el congreso, mirándonos a nosotros, y a nivel nacional mirando el apoyo a Rajoy".
"El liderazgo en Madrid se lo renovamos a quien ha demostrado que sabe ejercerlo y el de España te lo confiamos presidente para que, con el PP detrás, resuelvas lo que el PSOE no ha sabido o no ha querido resolver", concluyó Gallardón situando a cada uno en su lugar.
"Pilas cargadas"Por su parte, la victoria, lejos de calmar a Aguirre la estimuló aún más. La lideresa defendió "las ponencias que hemos aprobado" frente a las nacionales de las que había hablado Gallardón. Éstas, resaltó, son "un trabajo bien hecho y sirven para quien quiera saber qué piensa y qué va a hacer el PP de Madrid".
Por eso mismo le pidió a los suyos que, con ese material, se pusieran a trabajar y fueran un ejemplo a la hora de defender los "valores y principios del PP" que tanto le cuestionaron hace unos meses a Rajoy por la marcha de María San Gil.
Tanto Rajoy como Gallardón felicitaron efusivamente a Aguirre. El primero le agradeció su trabajo. El segundo le reconoció el mérito: "Presidenta, felicidades, has ganado en buena lid y tienes lo que mereces: el apoyo de los militantes y el mío". Ella les dio las gracias a los dos. Al líder del PP "de todo corazón".
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