El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha arremetido hoy contra la política antiterrorista del Gobierno en el IV Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo, clausurado esta tarde, que ha estado marcado por las críticas a la ausencia del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.

Las palabras del líder de los populares, aplaudidas por los asistentes a este Congreso en el que se han inscrito más de 400 víctimas, han sido pronunciadas en el último día de este foro, al que ha acudido el presidente de Colombia, Alvaro Uribe.

Uribe ha reiterado la disposición de su Gobierno a dialogar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el marco de una apertura a la paz "que no puede ser un sofisma", ya que, ha dicho, el propósito será "la derrota del terrorismo sin ninguna vacilación".

Colombia ha vuelto a estar hoy muy presente en este Congreso, aunque no ha podido volver a él Clara Rojas, recientemente liberada por las FARC, ya que se encontraba agotada.

Las víctimas colombianas han abogado hoy por que su Gobierno permita un acuerdo humanitario que facilite el regreso de los secuestrados por la guerrilla, a la que exigieron que acabe con los secuestros.

El Congreso ha terminado con la petición de que el terrorismo se incluya en la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, una reclamación que ha quedado recogida en el punto quinto del manifiesto que fue aprobado hace cuatro años en el primer foro celebrado en Madrid y ratificado en los de Bogotá y Valencia.

Y también el Congreso ha concluido con el compromiso reiterado de Mariano Rajoy de recomponer el consenso con el PSOE en la lucha antiterrorista, si es elegido presidente.

Durante su intervención, Rajoy ha acusado al Gobierno de haber "jugado con la ley" y haberla utilizado "a su libre albedrío" con la ilegalización del PCTV y ANV, y para recalcar que "la ética y la verdad, y no los enjuagues y los falsos atajos" acabarán con el terrorismo.

También ha asegurado a las víctimas que promoverá una declaración institucional del Congreso de los Diputados que proclame la "voluntad inequívoca de la democracia de que no existirá en el futuro ninguna negociación con ETA".

Antes, en una mesa redonda, el presidente de la Fundación para la Libertad y ex secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, ha subrayado que la estrategia que tiene que permanecer tras la campaña electoral es la de "la derrota de ETA" y para ello, ha dicho, es "imprescindible" la unidad de PSOE y PP.

Además de políticos y víctimas, esta tarde se han sumado al Congreso personalidades de distintas esferas de la vida pública, como el ex fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño; la historiadora Carmen Iglesias; el tenista Manolo Santana, la regatista Teresa Zabel, el torero Luis Francisco Esplá, el presentador Andoni Ferreño o la periodista Isabel San Sebastián.

También han trasladado su cariño a las víctimas la alcaldesa de Lizartza, Regina Otaola (PP); la presidenta de la Fundación Gregorio Ordóñez, Ana Iribar, quien recordaba emocionada a su marido, el edil popular de cuyo asesinato se cumplen hoy 13 años, y Adolfo Suárez Yllana, hijo del ex presidente de Gobierno Adolfo Suárez.

Suarez Yllana quiso transmitir algo que siempre ha estado en "el corazón y la cabeza" de su padre, presidente de honor de la Fundación de Víctimas del Terrorismo: "no siempre las víctimas en este país han tenido el mismo grado de reconocimiento social y de apoyo institucional, pero también les digo, soy testigo de ello, que esa situación ni mucho menos sea debido a la desidia, al desprecio o al deseo de arrinconar a las víctimas".

Por ello, ha querido pedir disculpas "a quien se haya podido sentir tratado de forma distinta a la que debería o pensaba que podía haber sido tratado como víctima".