Este artículo se publicó hace 14 años.
Rajoy aprovecha Vic para exigir mano dura con la inmigración
El tripartito ya da por hecho que, tras sus presiones y los informe jurídicos, el alcalde reculará
La perenne pretensión del PP de endurecer a toda costa la Ley de Extranjería ha encontrado en la negativa del Ayuntamiento de Vic (Barcelona) a empadronar a los sin papeles un nuevo acicate. Su líder, Mariano Rajoy, esgrimó ayer durante un acto de su partido en Palma de Mallorca la situación en este municipio para exigir al Gobierno que "se avenga a razones" y cambie una vez más la normativa.
En su intervención, Rajoy ironizó acerca de las críticas que recibió el PP cuando criticó la Ley de Extranjería, el "papeles para todos" y "las regularizaciones masivas" dentro de una "política suicida" en materia de inmigración. Acto seguido, lamentó que la actual normativa, tras los cambios, no valga "para nada".
Críticas a PSOE y CiU
Porque ahora, según Rajoy, "compañeros de partido" de PSC y PSOE, así como sus "socios" en la aprobación de la nueva Ley de Extranjería, han avalado en Vic una normativa que prohíbe a los sin papeles el empadronamiento en el municipio, cuando la ley de Bases del Régimen Local impide tal extremo. Si bien el líder del PP se mostró partidario de que la legislación se cumpla, también dijo estar a favor de que se cambie la Ley de Extranjería y se evite así "generar más problemas" a los ciudadanos. No obstante, miembros de su equipo reconocían poco después que el PP no tiene preparada ninguna iniciativa parlamentaria en este sentido.
La petición de mano dura de Rajoy con la inmigración es ampliamente compartida en su partido, tal y como demostraron ayer las declaraciones de otros miembros de su formación. Así, su portavoz parlamentario en la Comisión parlamentaria de Inmigración, Rafael Hernando, acusó al Gobierno de convertir a España en "el foco de atracción de la inmigración ilegal de la Unión Europea", aunque insistió que los ayuntamientos "tienen que cumplir con la Ley y empadronar sin establecer diferencias".
Sin embargo, la presidenta del partido en Catalunya, Alicia Sánchez Camacho, dio a entender su apoyo a la iniciativa del alcalde de Unió Josep Maria Vila dAbadal al asegurar que "los padrones no se pueden convertir en la puerta de entrada de la inmigración ilegal". De hecho, algunos grupos municipales del PP, como el de Badalona, ya han anunciado su interés por importar el modelo de Vic.
Camacho fue más allá que Rajoy al comprometerse a promover "reformas legales" en el Congreso para unificar los criterios en este asunto. La cara visible del PP en Catalunya también aprovechó la ocasión para cargar contra el Pacto Nacional por la Inmigración, que promovió hace un año el tripartito y apoyó CiU. Aseguró que el acuerdo, que el PP no firmó, es ya "papel mojado".
Después de que el viernes el Ayuntamiento de Vic acordara con las asociaciones de inmigrantes un diálogo permanente para evitar que crezca la tensión, el Govern se mostraba ayer aún más confiado en que no sólo los concejales de PSC y ERC, sino también el propio alcalde, Vila dAbadal, darán marcha atrás.
Informe de la Delegación
De hecho, informes jurídicos que les trasladen su incumplimiento de la ley no les faltarán. Además del que prepara el Govern que se sumará a una inequívoca proclama el martes recordándoles la "obligación" de empadronar a cualquier persona, el delegado del Gobierno en Catalunya, el socialista Joan Rangel, anunció ayer que está "dispuesto" a presentar un informe en contra de la medida que estudia el consistorio.
El secretario general de ERC, Joan Ridao, dio alguna pista más cuando llamó a la calma y a no presionar a los ediles del consistorio. Aseguró que hay que darles tiempo "para que resitúen las cosas".
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