Este artículo se publicó hace 16 años.
Rajoy alerta contra la división de la derecha
El líder del PP recuerda la refundación del 89 e ironiza con que en el PP no todos son “perfectos”
Un toque de atención. Mariano Rajoy decidió recordarle ayer a los suyos a lo que se deben dedicar. "Vamos a trabajar con seriedad, con rigor, con todo el debate interno que se quiera -hasta ahí podíamos llegar- pero nosotros tenemos que decirle a 10 millones y medio de españoles que aquí hay un partido en el que se puede confiar". Y por si alguien lo dudaba anunció que seguía con la mirada puesta en el 2012.
Aunque se centró en criticar al Ejecutivo, no pudo dejar de referirse a lo que todo el mundo habla. Es decir, al Congreso Nacional del mes de junio. Comenzó con un repaso de resultados, finalizó con la exposición de las razones por las que opta a la reelección y entremedias defendió que en el PP "todos tenemos claro que se defienden algunos principios irrenunciables".
Señas de identidad
Se refería a la libertad y la igualdad. "Nuestras señas de identidad", proclamó. Y por si alguien no comprendía los conceptos, no tuvo inconveniente en dar su propia interpretación del primer término: "Defendemos la libertad como fundamento de la dignidad de la persona y como motor de progreso. El Estado está para crear las condiciones oportunas para que la gente, las personas y la sociedad generen bienestar, riqueza y empleo".
Para Rajoy -que ayer recibió en Toledo el apoyo de la presidenta de Castilla- La Mancha, María Dolores de Cospedal- la prioridad en estos momentos es "estar a la altura" de sus votantes y afiliados. Por eso se esforzará en hacer todo lo posible para que el PP sea una formación política "unida y abierta". Recordó que la derecha española estuvo dividida y que en el 89 se hizo "una de las operaciones políticas más importantes de España". Esta no fue otra que "integrar a todos: a los que venían de AP, a otros que eran democristianos, otros que venían de los liberales y otros que venían de su casa..." En su opinión se tomaron "decisiones estratégicas muy importantes".
No fue el único aviso a navegantes. El líder conservador dijo que era consciente de que había "muchas cosas que mejorar". "Hay mucha gente perfecta en este mundo. Hay mucha gente que seguro que no se equivoca nunca. Y hay mucha gente que acierta siempre. Pero luego hay otros que no y entonces tenemos que trabajar más, esforzarnos más para que ese mensaje nuestro de que el partido está en los problemas reales de la gente llegue a todos los lugares", lanzó a modo de crítica para todos los que durante estos días han avivado la crisis interna que sacude al PP.
Control al Gobierno
Rajoy pidió que todos se concentraran en la labor de oposición. "Vamos a controlar al Gobierno, vamos a denunciar sus errores y sus equivocaciones porque es nuestra obligación", explicó. Prometió que la primera cuestión que llevara a la sesión de control al gobierno tendrá que ver con la política del agua de Zapatero que es "la historia de una de las mayores mentiras que hemos visto en España". "Dice que no es un trasvase sino una cañería. ¡Haga usted trasvases al resto de España y lo llamamos cómo usted quiera!", exclamó.
También se mostró muy preocupado por la situación económica y la agricultura. Es más consideró que la primeras medidas adoptadas por Zapatero en el primer terreno son "decepcionantes, insuficientes y no contribuyen a generar confianza y credibilidad".
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