Este artículo se publicó hace 13 años.
Rajoy afirma que España "tiene sed de urnas" y de "cambio"
El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha dicho hoy que España "tiene sed de urnas", "quiere cambio" y abrir una nueva etapa, en la que su partido está llamado a acometer la "gran tarea de recuperación nacional", que exige, ha remarcado, "el esfuerzo de toda la nación".
En su intervención en la clausura de la Convención Nacional del PP, el líder del PP ha afirmado que quiere acometer, con el acuerdo del resto de las fuerzas políticas, reformas profundas de instituciones como el Parlamento, el Tribunal Constitucional y la Justicia, porque hay que fortalecer las instituciones y "restablecer su salud".
Rajoy ha asegurado que España quiere que "se acaben las palabras floridas, los anuncios que no se cumplen, el retraso interminable de las soluciones, de los resultados, de la cosecha que nunca llega".
Para ello, ha presentado a su partido como el único que puede conseguir el cambio que reclaman los españoles y ha presentado como aval el trabajo de los gobiernos del PP tras la victoria de 1996.
"Parecía un sueño, pero no fue un sueño. Entonces pudimos y ahora podremos. Lo bueno de las cosas buenas es que pueden repetirse", ha asegurado el presidente del partido.
Ha agregado que en esta tarea el PP cuenta con "una sociedad fuerte, que no se resigna a la decadencia" y ha afirmado: "Podemos hacerlo, pero no queremos hacerlo solos".
Por ello, ha hecho una llamada no sólo a los militantes y simpatizantes del PP, porque "nos reclama -ha subrayado- una gran tarea de recuperación nacional que exige el esfuerzo de toda la nación".
Tras presentar al PP como el "gran partido reformista", Rajoy se ha comprometido a hacer "de la austeridad, la transparencia y la rendición de cuentas permanente" su estilo de gobierno.
Ha asegurado que el Gobierno, con sus reformas "impuestas", "atropelladas" e "improvisadas" y su "tejer y destejer" pensando sólo en la "foto" ya no engaña a nadie.
"Basta ya de improvisaciones. España necesita un horizonte claro y ese es nuestro compromiso. Hacen falta políticas. Es el momento de poner al país a punto para los próximos treinta años", ha apostillado Rajoy.
Ha asegurado que el PP sabrá "ser austero, vigilar el dinero, reducir el déficit, rebajar la deuda" y exigirá el mismo comportamiento a todas las administraciones.
Sólo así, volverá la confianza al país y el "crecimiento y el empleo dejarán de estar bloqueados".
El líder del PP ha restado de su discurso las críticas al Gobierno y se ha centrado en presentar a su partido como el único en que se puede confiar, del mismo modo que se puede confiar "en las posibilidades de España" para salir de la crisis.
"A los españoles no les interesa ya oír hablar de este Gobierno. Lo único que esperan de él es que anuncie la fecha de las elecciones", ha resumido Rajoy, convencido de que "empieza un nuevo tiempo político".
Por ello, en su intervención ha hecho propuestas con la mirada puesta en un cambio de Gobierno, como al afirmar que defenderá el Estado de la Autonomías o cuando ha señalado que es necesario fortalecer las instituciones.
"Hablo del Parlamento, del Tribunal Constitucional, del modelo judicial y del funcionamiento de nuestras administraciones públicas, que requieren de reformas profundas. Reformas que voy a acometer y a acordar con el resto de las fuerzas políticas", ha proclamado Rajoy.
Ha abogado además porque España rescate el valor de la familia "para devolverle la importancia que le otorga la Constitución".
La prioridad para el PP, en todo caso, es crear empleo y ofrecer una educación de calidad, según ha dejado claro el líder de los "populares".
Por último, Rajoy ha expresado su profunda creencia en la Nación española -"para nosotros España no está en juego, no es discutible y no se negocia"- y en la Carta Magna, como la "única garantía de los derechos y libertades de todos los españoles".
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