Este artículo se publicó hace 12 años.
Rajoy admite que queda un duro camino pero cree que la sociedad le respaldará
El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido hoy del duro camino que queda para superar una crisis que aún no ha tocado fondo, pero se ha mostrado convencido de que los españoles aceptarán los sacrificios necesarios y el rumbo marcado por reformas como la laboral y pese a las protestas que ha motivado.
Rajoy ha aprovechado su discurso de clausura del 17 Congreso nacional del PP para dibujar el panorama económico que ante sí tiene España siguiendo su compromiso de ser realista y no engañar a nadie.
"Los problemas son extremadamente graves, no se van a resolver en dos tardes y las medidas no serán agradables", ha resumido antes de advertir de que, por todo ello, su Ejecutivo va a seguir actuando "sin vacilaciones y sin perder un minuto".
Como ejemplo, ha hecho una cerrada defensa de la reforma laboral frente a las movilizaciones que ha provocado hoy en toda España.
Rajoy ha expresado su respeto por las mismas, pero ha considerado que la modificación de la legislación laboral es "justa, buena y necesaria" y es la que estaban esperando cinco millones de parados.
"Si queremos que España crezca y cree empleo, hay que hacer esto que hemos hecho", ha señalado antes de sentenciar: "Así lo creo, así lo siento y así se lo digo a todos los españoles".
La mayoría de ellos está convencido de que saben que, con el Gobierno del PP, ya hay solución a la crisis y, por tanto, van a arrimar el hombro sin "entorpecer la tarea" y van a apartar del camino a quienes "pongan obstáculos".
"Ha cambiado la actitud de la gente; no es que vean ahora la salida, pero ahora creen que existe una salida, ahora creen que podemos alcanzarla", ha añadido Rajoy a la vez que ha recalcado que, mientras dure el trayecto, habrá que asumir sacrificios.
En medio de la sucesión de referencias a la gravedad y aridez de la coyuntura actual, se ha vanagloriado de que su Ejecutivo, en siete semanas, haya hecho más reformas que en siete años del Gobierno anterior.
Tras el apoyo masivo recibido ayer para ser reelegido presidente y para renovar la cúpula del PP, Rajoy ha considerado hoy que el partido sale de Sevilla "remozado y fresco".
En ello ha incidido la secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien ha defendido la "unidad" del partido y ha asegurado que no existen en su seno personalismos y sólo hay un líder: Mariano Rajoy.
Un día después de ver reforzado su papel como "número dos" del partido, Cospedal ha contrapuesto el cónclave sevillano del PP con la situación interna del PSOE tras su congreso federal y la división que los socialistas tienen en la comunidad andaluza.
También a ello ha hecho referencia Rajoy, quien ha señalado que el PP no había acudido a Sevilla a resolver querellas internas o preguntarse su razón de ser como partido. "A eso vinieron otros aquí hace unas fechas", ha señalado en alusión al Congreso socialista.
Cospedal ha insistido en que la unidad de los populares les diferencia de otros a los que les gustaría ver un PP "separado" o "destrozado" y que no están contentos al observar que el partido del Gobierno es "fuerte y cohesionado".
Tanto el presidente del PP como la secretaria general se han volcado con Javier Arenas en su aspiración de lograr la presidencia de Andalucía, algo que, en palabras de Rajoy, va a ser "un acontecimiento histórico".
Arenas ha considerado que las elecciones del 25 de marzo han de ser las del cambio y en ellas se juega "seguir con los abusos" o lograr para Andalucía "un gobierno ejemplar".
También ha tenido palabras de elogio para el presidente de su partido al defender que haya cogido "el miura de la crisis por los cuernos".
Antes del acto de clausura del Congreso, los integrantes del nuevo Comité Ejecutivo Nacional, con Rajoy a la cabeza, han mantenido su primera reunión.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.