El PSOE no renuncia a exigir cuentas políticas

El PSOE se reserva abundante munición política por si el PP persiste en su intento de mantener abiertos interrogantes sobre el 11-M a pesar de la demoledora sentencia contra su tesis conspirativa.

La más potente es la exigencia de responsabilidades políticas. Ayer ni siquiera fueron mencionadas por José Blanco en la declaración que realizó en nombre de la dirección socialista tras la reunión extraordinaria de su Permanente, a la que sólo faltaron tres miembros. Pero que no se mencionara ayer no quiere decir, ni mucho menos, que se haya renunciado a su exigencia.

Blanco compareció, arropado por otros ocho miembros de la Ejecutiva, para dar lectura a una declaración en la que no ocultó su sorpresa por la reacción del PP y singularmente de Mariano Rajoy: "Honestamente les digo que esperábamos que Rajoy cumpliera la promesa que llevaba realizando desde hace varios meses y que, por tanto, acataría la sentencia sin ningún tipo de matiz. Sabíamos que el PP no iba a pedir disculpas pero, al menos, confiábamos en que respetara los valores del Estado de Derecho y no persistiera en su estrategia de seguir sembrando confusión. No han querido respetar la verdad de los hechos y ahora constatamos con tristeza que tampoco respetan la verdad de la sentencia".

Los socialistas sospechan que las palabras de Rajoy responden al dictado de José María Aznar, a quien Blanco no dudó en calificar de "autor intelectual del engaño masivo del 11-M".

El argumento de que el fallo judicial no resuelve la incógnita de la "autoría intelectual" -una figura de dudoso fundamento jurídico-, es interpretado por los socialistas como "un intento desesperado de desacreditar la sentencia", cuyo efecto va más allá de la controversia política nacional.

A juicio de los socialistas, esa actitud "debilita internacionalmente la ejemplaridad" de la investigación policial y judicial, cuando "es la primera vez que los autores de un atentado masivo de corte islamista radical son sometidos a un juicio con todas las garantías propias de un Estado de Derecho y condenados por una sentencia judicial".

Esto es lo que, el día 6, ensalzará en la glorieta de Atocha el presidente del Grupo Socialista del Parlamento europeo, Martin Schultz.

Para el PSOE, es más que palmario que "frente al engaño masivo se ha impuesto la verdad", pues "ha quedado judicialmente demostrado y establecido" que "no hay una sola prueba" que permita sostener que hubo implicación de ETA.

Su veredicto político es: "El Gobierno del PP mintió a sabiendas".