PSOE y PP ya preparan la batalla de 2011

Pasadas las elecciones en Galicia,  Euskadi y al Parlamento Europeo , el PSOE y el PP preparan ya la decisiva batalla de 2011, el preludio de las próximas generales, aunque antes de los comicios municipales y autonómicos se celebrarán los de Catalunya, donde la legislatura concluye el 1 de noviembre de 2010. En Andalucía, el mandato se agota al tiempo que el de las Cortes Generales, de modo que los gobiernos autonómicos que se someterán a renovación son trece, de los que cinco están presididos por el PSOE, otros cinco por el PP, uno por el Partido Regionalista de Cantabria en coalición con el PSOE, uno por Coalición Canaria en alianza con el PP y uno por UPN con apoyo parlamentario puntual del PSOE.

Aunque no siempre ha sido así, el triunfo en las elecciones municipales suele marcar la tendencia del resultado en las generales, por lo que ambos partidos le otorgan especial trascendencia, acentuada en esta ocasión por la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de convertir a los ayuntamientos en un instrumento primordial para combatir el desempleo y reactivar la economía.

En los comicios municipales de 2007, el PP ganó en el cómputo general de votos, al obtener 150.000 más que los socialistas, pero fueron éstos los que consiguieron un mayor número de concejales, lo que a la postre les permitió conseguir la presidencia de la Federación de Municipios. Un año después, la candidatura socialista encabezada por José Luis Rodríguez Zapatero amplió su ventaja sobre la conservadora liderada por Mariano Rajoy.

La dirección del PSOE ha puesto en marcha los trabajos para disponer de una radiografía completa de su situación electoral en comunidades autonómas y municipios como paso previo a la selección de los candidatos. "Preparar unas elecciones municipales y autonómicas es mucho más que elegir a unos candidatos", se subraya desde Ferraz, que considera prematuro hablar ya de quiénes serán los aspirantes.

Antes, se quiere establecer la estrategia y el proyecto político que conviene plantear en cada lugar, que no puede ser igual si se está en el Gobierno o en la oposición, y tampoco si la diferencia con sus adversarios es grande o pequeña. En eso trabajan ya la secretaria de Organización, Leire Pajín, y el secretario de Política Municipal, Antonio Hernando.

"Hay que preparar candidatos, no podemos improvisarlos en la última media hora porque la historia demuestra que no funciona". Esta era la forma en la que el líder del PP, Mariano Rajoy, se dirigía al Comité Ejecutivo Nacional de su partido el pasado 9 de junio, sólo dos días después de las europeas. Dicho y hecho.

Apenas una semana después, el presidente de los conservadores empezaba a tantear el terreno en Madrid mostrando sus deseos de que la presidenta, Esperanza Aguirre, y el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, repitiesen. Poco tardó en obtener el "sí, quiero" de ambos dirigentes matando, además, dos pájaros de un tiro. Por un lado, el PP se quita el quebradero de cabeza de buscar sustitutos para la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, dos plazas en las que gozan de un fuerte tirón electoral. Por otro, Rajoy aparca temporalmente el debate sobre su sucesión.

Solucionado el cartel electoral para las autonómicas y municipales en la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid, el PP va a dedicar los próximos meses a ir ratificando o eligiendo candidatos. Rajoy tiene previsto convocar en septiembre una reunión de presidentes regionales para tratar el tema en profundidad.

Además, ha encargado a sus colaboradores, dirigidos por Ana Mato, la vicesecretaria Electoral, que crucen datos para detectar las zonas en las que obtienen excelentes resultados en las generales y autonómicas y no en las municipales, y viceversa, a fin de buscar soluciones. Como aperitivo a la reunión de septiembre, para mañana y pasado mañana Rajoy ha convocado en Segovia a la dirección nacional del partido para abordar, entre otros asuntos, las futuras citas electorales.