El PSC se propuso minimizar el desgaste que pueda producirle el caso Pretoria con una actuación rápida y contundente para marcar distancias con CiU, pero ha encallado con el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet. El municipio tiene aún de alcalde al encarcelado Bartomeu Muñoz. Dos semanas después de conocerse el escándalo, los socialistas catalanes siguen sin acuerdo sobre su relevo.

Ayer se esperaba conocer el nombre del sustituto de Muñoz, pero el PSC aplazó la decisión. Aunque oficialmente se debe a que aún no se ha recibido la renuncia del imputado por Baltasar Garzón en el escándalo, lo cierto es que el partido duda si dar vía libre al edil Antoni Fogué, presidente de la Diputación de Barcelona, u optar por otro perfil.

Fuentes del PSC señalan al veterano Fogué como la apuesta 'más sólida' para la difícil transición en el Consistorio colomense. Sin embargo, hay dudas sobre su elección porque el PSC entiende que su figura no da imagen de cambio, ya que su esposa es Manuela de Madre, la regidora que precedió a Muñoz en el cargo y le apadrinó. 'Si no fuera su marido, ya sería alcalde', admiten estas fuentes.

De las quinielas parece caerse Raúl Moreno, dirigente de las Juventudes del PSC, a quien se considera 'poco experimentado' para una situación tan compleja. Quedan como alternativas la edil Carmen Moraira y el actual alcalde accidental, Joan Carles Mas. El PSC tratará de zanjar la cuestión en su próxima ejecutiva, dentro de 15 días.

La situación de nervios y tensión en el Ayuntamiento y en la agrupación local ha crecido porque el asunto podría dilatarse hasta entonces. Los tres grupos de la oposición (PP, CiU e ICV) estudian pedir hoy al PSC que suscriba una moción de censura que permita la destitución definitiva de Muñoz y abra la puerta al nuevo alcalde. 'Da la impresión de que el PSC de Santa Coloma aprovecha para resolver rencillas de su partido y no para arreglar esta situación increíble', explicaba un concejal de la oposición.