En la semana que se ha celebrado la cumbre de la OTAN en Madrid se publicaron más de 10.000 tuits-retuits desde más de 5.000 cuentas usando la palabra "Begoño" refiriéndose a Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez. La idea que se quería transmitir con ese término es que Gómez es una mujer transexual.

Aunque parezca ridículo, algunos medios, canales de YouTube y cuentas de ultraderecha en redes y foros han lanzado varias teorías de la conspiración para alimentar el bulo. La más disparatada es que Begoña Gómez es el chico que aparece junto a Pedro Sánchez en un programa de televisión hace años.

La web Mediterraneo Digital, habitual en muchas de las campañas de bulos que se han analizado en otras ocasiones, publicó este montaje asegurando que la imagen no es falsa. De hecho, el titular elegido fue: "La foto que demuestra que la mujer de Pedro Sánchez tiene algo entre las piernas". El enlace editado por el medio para mejorar el posicionamiento SEO de su bulo en Google es más explícito: "begona-gomez-travesti".

Aunque a simple vista se pueda apreciar el montaje cutre que se realizó en la imagen, se puede observar perfectamente la manipulación haciendo búsqueda inversa de la foto. En esta ocasión se ha utilizado la herramienta web TinEye.

Existen muchos montajes de imágenes de Begoña Gómez que principalmente se han realizado utilizando la aplicación faceapp. Pero también se han manipulado titulares. Esta estrategia de desinformación no es más que un cortapega de otras campañas usadas anteriormente por la ultraderecha. La más conocida fue la que se llevó a cabo contra Obama y su esposa Michelle. Sin embargo, no han sido los únicos, y varios presidentes también han sido atacados con el mismo bulo.

¿Y quién difunde esto? Básicamente cuentas falsas y automatizadas que propagan bulos y retuitean cuentas de ultraderecha, no solo en España, sino también en otros muchos países. El análisis de los 12.000 tuits con la palabra "Begoño" arrojan resultados muy claros: a la izquierda, las cuentas que ponen más tuits; a la derecha, las cuentas con más seguidores.

Una vez más –quienes lean habitualmente estos análisis estarán hartos de verlo– si se analizan las cuentas con más seguidores se comprueba que todas reúnen las mismas características: similar número de seguidores y seguidos, cientos de miles de tuits, actividad internacional y son seguidos por las cuentas Yusnaby y/o Juanfran Escudero –ahora John Squire–.

Y no sólo se repiten los patrones, también las cuentas. Muchas de ellas ya han sido protagonistas de análisis que se han realizado anteriormente. Por ejemplo, la cuenta @Athenea_Phalas ya apareció en el análisis sobre la campaña sucia y los bulos en redes sociales contra Gustavo Petro durante las elecciones colombianas. En ese caso, además, ya se mencionaba que esta cuenta, y otras presentes en esa campaña, habían participado en otras previamente. En el caso de @Athenea_Phalas se recogía su implicación en la difusión de bulos durante la campaña de las elecciones andaluzas.

Otra de las cuentas que se repite es la de @Florencia_Pink, que ya apareció en otros análisis como el caso que se produjo durante el paro de camioneros que se produjo en Chile en 2020. En esa ocasión, se vio el despliegue de miles de bots para hacer apología del pinochetismo y apoyar al partido ultraderechista de José Antonio Kast.

Otro ejemplo es el de la cuenta @Pura_Miel, que ya se estuvo presente en este análisis sobre el bulo de los 'antifas' infiltrados entre los seguidores de Trump en el asalto al Capitolio. En ese caso también se señalaba cómo esta cuenta participó anteriormente en otras campañas de apoyo a Trump.

Se podría continuar trazando las relaciones entre las cuentas que han participado en esta campaña y otras que ya se han analizado anteriormente, pero ese trabajo dejaría sin tiempo ni espacio al análisis actual.

Todas estas cuentas operan en la difusión de bulos en todos los países donde tiene presencia Atlas Network, difundiendo bulos contra los rivales o retuiteando a Lasso, Fico, Rodolfo, Kast, Vox... Ya se vio cómo funcionaron en Ecuador y Colombia.

Si por otro lado se estudian las cuentas que publicaron más tuits con la palabra "Begoño", se comprueba cómo aparecen perfiles similares: todos tienen como cuentas más retuiteadas, aparte de las de Vox, las de Rosa Díez, Ayuso, trollstars de ultraderecha, webs que difunden desinformación habitualmente, etc.

"La prensa francesa informa"

En el marco de la celebración en Madrid de la cumbre de la OTAN y el suceso de la valla de Melilla en la que murieron decenas de personas al intentar entrar en España, se ha difundido otro bulo de la esposa del presidente. En concreto, se hace referencia al supuesto chantaje del gobierno de Marruecos a Pedro Sánchez por "la información que tiene de los negocios de Begoña [Gómez]".

El primero en comenzar a difundirlo masivamente fue Alvise Pérez, del que ya se ha hablado en otras ocasiones. Luego se movió desde el canal de ultraderecha 7NN –canal de televisión propiedad de dos patronos de la Fundación Francisco Franco y un asesor de Vox– y el canal de Javier Negre. Sin embargo, el salto a otros diarios más grandes se produjo cuando la web francesa "France Soir" lo publicó. A partir de ese momento medios como El Periódico, La Razón, Cambio 16 y El Economista, entre otros, se hicieron eco mediante fórmulas como "France Soir informa...", "La prensa francesa informa...", etc. Una fórmula útil para descargarse de las responsabilidades legales de un posible delito de injurias o contra el derecho al honor. Tampoco podían faltar en la difusión de este bulo OkDiario, Periodista Digital, la COPE, 13TV, canales de YouTube y pseudoperiodistas como Antonio Naranjo. Por último, los tertulianos de Okdiario lo llevaron a foros de mayor audiencia.

El factor clave es esa "prensa francesa" que "informa" de 'cosas'. El Periódico de España, que también se hace eco y emplea ese mismo mecanismo en su titular, "'France Soir' vincula los negocios de Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, con la crisis con Argelia", aclara en el texto lo poco fiable que es esta fuente. Sin embargo, eso no les impidió hacerse eco: "Algunos medios conservadores españoles se hicieron eco de ella en los últimos días como si se tratara de una publicación de un diario francés serio".

En la redacción del contenido, continúan aclarando que "France Soir" heredó el nombre de un histórico diario francés, pero que debido a sus problemas económicos, dejó de publicar su versión en papel en 2012. Dos años más tarde fue adquirido por un empresario que le dio un giro de 180 grados a la línea editorial, incluyendo teorías de la conspiración de todo tipo.

Los nuevos propietarios despidieron en 2019 a los cuatro últimos periodistas de su redacción y con la pandemia se convirtió en el medio de referencia de los franceses antivacunas y partidarios del uso de la hidroxicloroquina. El Ministerio de Cultura francés inició en 2021 un procedimiento administrativo para quitarle a este digital el certificado de información política y general.

Este proceso de reconversión de periódico serio en ‘panfleto’ de noticias falsas y hogar de las más variopintas teorías de la conspiración lo explica mejor que nadie la periodista Carmela Ríos –periodista en El País y profesora de periodismo móvil, redes sociales y verificación– en un hilo donde añade que, este mismo año, YouTube cerró su canal y Google le suspendió la monetización asociada a sus contenidos. La periodista aporta en ese hilo todas las fuentes consultadas y contrastadas, tal y como debería hacerse en cualquier trabajo periodístico.

Ninguno de estos hechos que el propio El Periódico de España aclara en los dos últimos párrafos de su artículo les impidió titular la noticia como si la fuente estuviera fuera de toda duda y como si la desinformación que aportan hubiera sido contrastada o creíble.

A pesar de que estos bulos no son nuevos y hace tiempo que fueron desmontados por medios de fact checking, se están difundiendo más ahora aprovechando la exposición de Begoña Gómez en la cumbre de la OTAN y por el suceso ocurrido en la valla de Melilla. Esto se produce porque las emociones hacen que se disminuyan los filtros racionales contra las desinformaciones y la población sea más propensa a creer aquello que confirma sus sesgos, por muy burdo que sea el montaje.