Este artículo se publicó hace 17 años.
Prorrogada la prisión provisional de los acusados de quemar a una indigente hasta los 4 años
La Audiencia de Barcelona ha prorrogado hasta el límite máximo de 4 años la prisión provisional de los jóvenes Oriol P.S. y Ricard P.B., procesados por el asesinato, junto a un menor de edad, de una indigente a la que quemaron prendiéndole fuego en un cajero de un banco donde iba a pasar la noche.
En un auto dictado por la Sección Décima de la Audiencia, el tribunal argumenta la prórroga de la prisión, al estar próximo el cumplimiento del plazo ordinario de prisión provisional de dos años, en que sigue siendo elevado el riesgo de fuga de los procesados "por la enorme gravedad del delito que se les imputa, que tiene señalada pena de prisión de hasta 25 años".
La Audiencia considera que esta pena, que de ser condenados supondría que pasaran al menos los próximos 20 años en la cárcel, junto a la edad de los dos procesados, que cuentan sólo con 20 años y "carecen de vínculo laboral o familiar suficientemente disuasorio de la idea de huir", podría llevar a ambos a "tratar de eludir el juicio y una larga condena".
El tribunal alega incluso que, dada su juventud, los acusados podrían "buscar una nueva vida en un lugar en que fuera difícil su localización, lo que provocaría un grave entorpecimiento, cuando no la casi absoluta imposibilidad de ser juzgados en nuestro país".
El juzgado de instrucción número 9 de Barcelona procesó por delitos de asesinato y daños a Ricard P.B. y Oriol P.S., quienes en diciembre de 2005, en compañía de un menor de edad, entraron en un cajero automático de La Caixa situado en la calle Guillem Tell de Barcelona donde dormía la indigente María Rosario Endrinal.
Los dos procesados estuvieron increpando a la víctima y supuestamente le lanzaron varios objetos, como una naranja, una botella de plástico y un cono de señalización, hasta que la mendiga logró cerrar por dentro la puerta del cajero.
Tras recorrer varios locales de ocio de Barcelona, los dos procesados volvieron al cajero junto al menor, que, simulando que quería sacar dinero, logró que la mujer retirara el pestillo del recinto.
Una vez abierta la puerta, los tres jóvenes cogieron un bidón de 25 litros de disolvente que encontraron en una obra cercana y rociaron a la mendiga con el líquido inflamable, al que prendieron fuego con un cigarrillo.
Ello produjo una fuerte deflagración y el incendio del cajero automático, lo que llevó a los acusados a huir del lugar sin prestar ningún auxilio a la indigente, que murió quemada.
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