'Si se admite a muchos países puede resultar un grupo demasiado grande y entonces no se puede llegar a un consenso sobre cómo avanzar, por lo que la decisión es ceñirnos al formato del G-20'. Así justificó Tony Fratto, uno de los portavoces de la Casa Blanca la ausencia de España en la cumbre financiera internacional que el próximo 15 de noviembre abordará cómo reformar el sistema financiero internacional.

El disgusto en el Gobierno español es mayúsculo. Zapatero no entiende cómo la octava potencia económica del mundo es excluida en una reunión histórica de la que puede surgir un nuevo orden financiero internacional, del mismo modo que en 1944 surgió en Bretton Woods el actual sistema económico. O sea que jugamos como nunca pero perdemos como  siempre; como en los cuartos de final de los mundiales de fútbol. La decepción es parecida.

Aunque no es la primera vez que ocurre (hace dos semanas, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy tampoco invitó a España a debatir en París las medidas extraordinarias de apoyo a los bancos y prefirió escuchar la opinión de ingleses, italianos y alemanes), esta vez nos queda el consuelo  de que, aunque no estemos, al menos nuestra opinión será escuchada: 'Si España quiere presentar esas ideas a través de alguno de los líderes individuales que acudirán a la cumbre, o a través de su representación en la Comisión Europea, desde luego es bienvenida'. 

Zapatero podrá al menos presentar sus ideas para 'refundar el capitalismo' a través de terceros. Desde Público.es invitamos a los lectores a dejar sus propuestas en los comentarios o hacerlas llegar a Moncloa y la Casa Blanca.

Para que lleguen a Moncloa manda un email a la Oficina Económica del Presidente (oficina.economica@presidencia.gob.es). Para contactar con la Casa Blanca basta con mandar un correo electrónico a la siguiente dirección:  comments@whitehouse.gov.