Los presupuestos serán el "examen" de Trias para gobernar en solitario

El nuevo alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), quiere gobernar en solitario todo el mandato y se ha marcado la aprobación de los presupuestos como un "examen" para determinar si consigue su objetivo.

En una entrevista que hoy publica el diario La Vanguardia, el alcalde asegura que ve posible gobernar en solitario, y aunque no descarta buscar otras soluciones si le resulta imposible dirigir el consistorio, señala que "un gobierno en minoría puede ser fuerte porque sabe que hay cosas que no podrá hacer".

Al ser preguntado si se fija un plazo para determinar este asunto, responde: "siempre hay un examen, que son los presupuestos".

Xavier Trias cree que ha ganado las elecciones por los errores de su predecesor, el socialista Jordi Hereu, y porque había "una cierta fatiga", y defiende su manera de hacer política frente a los que le pedían que fuera más agresivo.

Sobre posibles pactos con el PP, asegura que son los populares los que deben decidir si quieren colaborar o "hacer siempre oposición" y aunque ve bien el pacto CiU-PP en la Diputación de Barcelona, en el área metropolitana es partidario de un acuerdo CiU-PSC.

Que los convergentes gobiernen en la Generalitat y en el Ayuntamiento de Barcelona es para Trias "una oportunidad histórica" y señala que le ha dicho al presidente catalán, Artur Mas, que "Barcelona ha de actuar como capital de Cataluña de verdad, no de boquilla".

En cuanto a sus proyectos para Barcelona recupera su "sueño" de convertir parte del puerto en ciudad y augura un cambio en la política sobre el suelo, porque no cree que las recalificaciones urbanísticas para construir viviendas y financiar proyectos, como el cubrimiento de las vías de Sant Andreu-Sagrera, puedan salir adelante.

En este sentido, afirma: "Si el terreno es del ayuntamiento, no lo venderé. Se acabó la especulación, se ha demostrado que no es un buen sistema".

Xavier Trias no habría permitido la ocupación de plaza de Catalunya por los indignados y reitera que la política de su predecesor tuvo un "efecto llamada" sobre colectivos como los okupas.