Este artículo se publicó hace 15 años.
Presuntos terroristas islámicos hacen una amplia confesión ante la justicia
Un total de cuatro presuntos terroristas islámicos, integrantes de la llamada célula Sauerland y acusados de preparar grandes atentados en Alemania con mas de 700 kilos de material explosivo, han hecho amplias confesiones a la justicia.
"Las confesiones son más amplias de lo que hubiéramos podido esperar al comienzo de los interrogatorios", dijo el juez Ottmar Bredling, que dirige el proceso en la Audiencia Territorial de Düsseldorf.
Los interrogatorios y declaraciones de los acusados, dos de ellos alemanes conversos al Islám, deberán terminar a finales de esta semana y el 10 de agosto serán leídas en una vista pública del proceso.
Se estima que la transcripción total de las confesiones tendrá unos 100 folios, dijo el juez.
Breidling había planteado a los integrantes del llamado grupo de Sauerland que una confesión podría proporcionarles una notoria rebaja de la pena.
Los acusados se mostraron, sin embargo, dispuestos a confesar tras afirmar que el juicio les resultaba sumamente "aburrido" y que querían acabar cuanto antes el proceso.
El fiscal Volker Brinkmann se mostró impresionado de la amplitud de las confesiones y dijo no haber vivido nada semejante a lo largo de toda su carrera.
Los cuatro procesados están acusados de formar una célula de la Unión para la Jihad Islámica (IJU) en Sauerland y de haber preparado atentados con coches bombas, que fueron impedidos por las autoridades.
Tras la lectura de sus confesiones, producto de interrogatorios realizados por separado en la cárcel ante agentes de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), los acusados deberán declarar ante el tribunal.
A Fritz Gelowitz, Daniel Schneider, Adem Yilmaz y Atila Selek, con edades comprendidas entre los 23 y los 30 años, se les imputa pertenencia al IJU y, según el BKA, estaban en "estrecho contacto" con la cúpula de la organización.
Además, al denominado Grupo de Sauerland se le acusa de haber planeado perpetrar en Alemania atentados con efectos más devastadores que los de Madrid y Londres.
El grupo fue desarticulado en septiembre de 2007, tras meses de observación por los servicios secretos alemanes, que tenían vigilada una casa de vacaciones alquilada en la región de Sauerland, base logística de la célula integrista.
El cuarteto tenía en su poder 730 kilos de material explosivo repartido en bidones y veintiséis detonadores, con los que, según la Fiscalía, pretendían reeditar en Alemania los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU, los de Madrid de 2004 o los de Londres de 2005.
Sus móviles, según la Fiscalía, eran el "odio a Occidente" y se consideraban "muyahidines" dispuestos a morir como mártires para extender la yihad contra los infieles.
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