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El presidente checo, satisfecho con la nueva propuesta de la UE

Reuters

El presidente checo, Václav Klaus, está satisfecho con una propuesta de la presidencia sueca de la Unión Europea para retirar sus objeciones a la ratificación del Tratado de Lisboa, incrementando las posibilidades de que lo firme.

La República Checa es el único estado miembro que no ha ratificado el tratado y la negativa de Klaus de firmarlo está reteniendo una serie de reformas destinadas a simplificar el sistema de toma de decisiones de los Veintisiete e incrementar su influencia a escala mundial.

Klaus quiere que la UE conceda a la República Checa una opción que garantizaría que el país no se verá expuesto a ninguna reclamación de propiedades por parte de los alemanes expulsados tras la Segunda Guerra Mundial.

El Gobierno checo ha estado negociando sus demandas con Suecia, que preside este semestre la UE, hasta finales de año, y quiere asegurar la aprobación de la cláusula en una cumbre en Bruselas la próxima semana.

"El presidente (...) recibió la propuesta de la presidencia sueca que es una respuesta a su petición relacionada con la ratificación del Tratado de Lisboa en la República Checa", declaró la oficina de Klaus en un comunicado.

"Esta propuesta se corresponde con lo que el presidente ha visualizado y es posible trabajar más con ella", agregó.

La oficina del presidente no indicó cuál era la propuesta y la Comisión Europea declinó comentar inmediatamente el asunto. Pero el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, dejó claro que estaba animado por los comentarios de Klaus.

"Doy la bienvenida a la declaración del presidente Klaus. La presidencia continuará trabajando en esto en vista del Consejo Europeo la próxima semana", declaró.

La ratificación por parte de la República Checa también depende de una decisión del Tribunal Constitucional del País, que se prevé que lo apruebe, posiblemente la próxima semana.

REFORZAR EL PAPEL EUROPEO EN EL MUNDO

Los comentarios de Reinfeldt y Klaus sugieren que se podría encontrar una solución en la cumbre que allane el camino para la ratificación checa pero salve a Klaus, que dice que el tratado es un paso hacia un superestado europeo que arrebata soberanía nacional.

El tratado crea un presidente permanente y un jefe de política exterior con más poder, en unas reformas llevadas a cabo para contribuir a que la UE continúe siendo una fuerza mundial pese al cambio de poder hacia China y otras potencias emergentes tras la crisis económica.

El Tratado, que lleva años forjándose, también reformaría el sistema de toma de decisiones de la UE, que es más complicado ahora que el bloque se ha ampliado a veintisiete miembros.

La UE esperaba poder discutir los candidatos a los cargos en la cumbre de la próxima semana pero es poco probable que se produzcan avances sin claras señales de Klaus y el Constitucional checo.

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