'Zidane ha sido el fichaje más barato de la historia del Madrid, a pesar de sus 73 millones de euros', asegura insistentemente Florentino Pérez. La rentabilidad que le sacó quizá justifica esta afirmación, pero con los números fríos en la mano el francés es el jugador más caro de la historia del fútbol, por delante incluso de Cristiano Ronaldo.

A precios constantes, es decir, actualizando el precio de la vida, el francés hubiera costado hoy 95 millones, por encima de los 94 millones que se han pagado por el portugués. Y si en aquel momento la compra de Zizou se convirtió en la más barata, ¿por qué no puede repetirse ahora la historia?

Florentino asegura que ha aprendido de los errores del pasado, pero hay cosas que no va a cambiar de su estrategia. Si entonces casi cuadruplicó los ingresos de marketing del Real Madrid, hasta 116 millones de euros en la primera temporada, nada le impide ahora intentar lo mismo, sabiendo como sabe que cualquier jugador rinde (económicamente) mucho más con la camiseta del Madrid.

Entre 50 y 90 millones de euros calcula el profesor de Marketing de Esade Gerard Costa que generará Cristiano en cuatro o cinco años. El presidente buscará más. Tras la campanada, ahora toca subir los precios de la publicidad, de los derechos de imagen, de los partidos amistosos y de las camisetas (cerca de 1,2 millones de prendas tendría que vender con el nombre del portugués para rentabilizar la compra). La máquina registradora vuelve a sonar y lo hará más cuando se aproveche bien 'la marca CR', según Costa, para quien el mayor riesgo es el coste del crédito pedido para pagar la compra.

La causa de Florentino tiene detractores en la calle y, la próxima semana, en el Parlamento. ICV pedirá que se limiten los sueldos de los deportistas, como en la NBA. Para los expertos de negocios, es demagogia porque la filosofía es: tanto generas, tanto vales.

Quien aplaude es el Banco Espirito Santo, que tiene en exclusiva en España los derechos de imagen de Ronaldo en el sector financiero en España.