Este artículo se publicó hace 14 años.
El PP utiliza a Batasuna para presionar al Gobierno
Usa una supuesta reunión entre el PSE y la izquierda abertzale, desmentida por ambos, para amenazar con la ruptura del pacto en Euskadi. Pons ve "la traición" en el "código genético" de los socialistas
Primera andanada de amenazas del PP contra el PSOE y el Gobierno vasco de Patxi López sobre el final de la violencia de ETA. La publicación de una supuesta reunión entre dirigentes del Partido Socialista de Euskadi y de la izquierda abertzale suscitó una cascada de críticas y advertencias desde la formación conservadora, en Euskadi y Madrid. En medio de la polémica, llegaron los desmentidos. El presidente Rodríguez Zapatero, el PSE, el lehendakari y la propia izquierda abertzale negaron con rotundidad la celebración de dicho encuentro.
La reacción del PP pone de manifiesto la estrategia de acoso que piensa mantener en lo que resta de legislatura contra el PSOE, el Gobierno y el Ejecutivo vasco ante la eventual apertura de cualquier vía que conduzca al final definitivo de la violencia. Bastó una información, publicada en El Correo y Deia, sobre una supuesta reunión entre dirigentes del PSE y la izquierda abertzale, para que el PP lanzara en los medios una cascada de advertencias contra el PSOE y el Gobierno vasco de Patxi López.
El diputado y presidente del PP en Álava, Alfonso Alon-so, llegó a solicitar en un primer momento la convocatoria "urgente" de la comisión de seguimiento del acuerdo entre su partido y el PSE para aclarar si se había producido dicha reunión. En ese caso, sostuvo, sería una "violación grave" del pacto entre populares y socialistas en Euskadi.
Los conservadores decidieron finalmente no solicitar "de forma urgente" dicha comisión de seguimiento, después de los contactos mantenidos personalmente por el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, con el lehendakari, que negó la reunión.
Antes de calmarse algo las aguas, el propio Basagoiti había exigido por la mañana al lehendakari que dijera si reunirse con la izquierda abertzale "es legitimar o deslegitimar el terrorismo" y que se pronuncie sobre "su interés por blanquearse y colarse en las próximas elecciones".
También el portavoz conservador en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda, había anunciado que el comité ejecutivo del PP vasco iba a adoptar el próximo martes decisiones sobre el pacto con el PSE si se confirmara que había existido contacto con la izquierda abertzale: "Evidentemente, si se ha producido, tendrá consecuencias".
El primer desmentido llegó en un comunicado de la ejecutiva de PSE, en el que negaba "tajantemente" cualquier reunión con dirigentes de la ilegalizada Batasuna y se reafirmaba en mantener una actitud de "firmeza democrática". Según sostuvo, precisamente esa "firmeza democrática" ha hecho posible que la izquierda abertzale "se haya empezado a mover".
La izquierda abertzale emitió también un comunicado para negar ese encuentro con el PSE. "La izquierda abertzale quiere desmentir la información publicada por diversos medios de comunicación. Dicha reunión no se ha producido", manifestó, antes de defender el diálogo como vía para la "resolución del conflicto político y la normalización". También denunció los "intentos de intoxicación" sufridos los últimos meses y reclamó a los agentes políticos y medios de comunicación "que actúen con el nivel de responsabilidad que el actual momento político exige".
Zapatero desde BruselasPese a los desmentidos, la presión del PP todo el día fue tal que obligó a salir al paso al presidente Zapatero desde Bruselas, al término de una cumbre de la Unión Europea. Dio por buena la explicación de los socialistas vascos y confió en que el PP no ponga en riesgo el acuerdo sobre el Gobierno vasco. "Espero que no tenga ninguna consecuencia dado que se ha producido un desmentido claro y contundente", aseguró.
El lehendakari López reiteró que no ha existido reunión alguna entre el PSE y la ilegalizada Batasuna, por lo que rechazó entrar en "elucubraciones". "Parece que nos ha entrado a todos una especie de angustia, como si estuviéramos en la semana de la paz y no lo estamos", dijo, antes de reafirmarse en que "los hechos demuestran la firmeza democrática" de los gobiernos vasco y central.
El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que el texto hecho público por los socialistas vascos fue "rotundo y claro", y consideró que el acuerdo entre Partido Socialista de Euskadi y PP en Euskadi no corre ningún peligro. "Es un pacto sólido y estable que no me preocupa en absoluto", zanjó tras el Consejo de Ministros, informa Iñigo Aduriz.
Rubalcaba no movió un ápice el discurso del Ejecutivo en política antiterrorista, y reiteró cuáles son, en su opinión, las dos únicas vías para que la izquierda abertzale pueda volver a presentarse a las elecciones: "O ETA deja la violencia o Batasuna abandona ETA", insistió.
En el PP, Esteban González Pons cargó, por su parte, contra el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y le exigió que no testifique a favor de "un acólito de ETA", en alusión a Arnaldo Otegi en el juicio en la Audiencia Nacional por su participación en el acto de Anoeta. Y dijo que si finalmente lo hacía, el PP va a pensar que "en el código genético del PSOE está la traición y la mentira", informa María Jesús Güemes.
Eguiguren, por su parte, afirmó que Otegi es un hombre que "quiere la paz" y que sería "mejor que estuviera fuera" de la cárcel, "haciendo política".
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