El Partido Popular mantiene el hermetismo sobre la posibilidad de que Jaime Mayor Oreja repita como cabeza de lista para las elecciones europeas del próximo 7 de junio o de que, finalmente, se decante por un relevo al frente de esa candidatura.

El hecho de que haya trascendido que el presidente del PP, Mariano Rajoy, almorzase el pasado jueves en Madrid con Mayor Oreja (cita que le impidió acudir a la votación en el Congreso del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado) no ha conllevado que la incógnita se pueda despejar.

Fuentes de la dirección del PP y del entorno del ex ministro del Interior y actual eurodiputado, consultadas por Efe, no han revelado detalles de la conversación que ambos mantuvieron y que puedan dejar entrever la decisión final de Rajoy.

Desde la dirección del partido se hace hincapié en que será un acuerdo que tendrá que tomar el Comité Electoral Nacional, aunque reconocen que Rajoy "ya tiene claro por dónde irán los tiros".

Insisten en que hay tiempo para hacer pública esa candidatura, que se pretende hacer oficial durante el mes de enero, y en que no es ninguna desventaja para el PP el hecho de que el PSOE ya haya anunciado hace meses que su cabeza de lista para los comicios europeos será Juan Fernando López Aguilar.

En el entorno de Mayor Oreja se reitera que el ex ministro está muy tranquilo y recuerdan que desde hace tiempo ha defendido que el presidente del PP decida cuando lo considere oportuno quién va a estar al frente de la lista del partido para las elecciones del 7 de junio.

El almuerzo del jueves entre Rajoy y Mayor Oreja se celebró después de que ambos se vieran la pasada semana en Bruselas, donde Rajoy mantuvo una serie de entrevistas con comisarios comunitarios y asistió a una reunión del Partido Popular Europeo.

La decisión final, sea cual sea, tendrá defensores y detractores en el seno del PP, ya que representantes del partido siguen manteniendo argumentos a favor y en contra de la candidatura de Mayor Oreja.

Si finalmente fuera él el cabeza de lista, algunos consideran que se transmitiría un mensaje de continuidad con la legislatura anterior que no tendría ningún rédito extra en las urnas, ya que el ex ministro es considerado como uno de los hombres del PP que defiende la línea dura contra el Gobierno en política antiterrorista.

Además, recuerdan que "en la mente de todos" ha estado su mano en la decisión de María San Gil de abandonar sus responsabilidades en el Partido Popular.