El Partido Popular elevará al debate parlamentario la polémica que la semana pasada abrió el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuando advirtió de las dificultades futuras del sistema de pensiones, lo que le supuso duras críticas por parte del Gobierno.

El líder de la oposición, Mariano Rajoy, aprovechará su pregunta en la sesión de control al Gobierno del miércoles para pedir explicaciones al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre las opiniones "contradictorias" vertidas por Fernández Ordóñez y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.

El pasado miércoles, el responsable del organismo supervisor advirtió de que el superávit de la Seguridad Social podría desaparecer este año y reclamó reformas estructurales para "reducir incertidumbres" sobre el futuro del sistema de pensiones.

Las palabras de Fernández Ordóñez no cayeron bien en el Gobierno, y el ministro de Trabajo aseguró que el superávit de la Seguridad Social no se agotará este año "de ninguna de las maneras", al tiempo que advirtió al gobernador de que "no puede arrojar inseguridad sobre un sistema que es seguro ni jugar con la tranquilidad de ocho millones de pensionistas".

En esta ocasión, el PP ha declarado estar de acuerdo con las previsiones de Fernández Ordóñez, y por eso Rajoy preguntará a Zapatero al respecto, mientras que el diputado Tomás Burgos reclamará a Corbacho que explique en qué datos se basa para "descalificar" las previsiones del gobernador.

Por otro lado, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, se estrenará en la sesión de control del Congreso como responsable de Economía, y deberá contestar a cuatro cuestiones: tres sobre la crisis y una sobre la reforma de la financiación autonómica.

El diputado del PP Pedro Azpiazu pedirá a Salgado que dé las claves de la política económica para lo que resta de legislatura, una pregunta de carácter general a la que seguirán otras cuestiones más concretas, como la del portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro.

Salgado deberá explicar a Montoro si el Ejecutivo comparte las últimas previsiones macroeconómicas del Banco de España, aunque el predecesor de la vicepresidenta en el cargo, Pedro Solbes, ya dijo antes de su salida del Gobierno que las estimaciones del organismo supervisor podrían ser más ajustadas que las anteriores del Ejecutivo.

El Banco de España estimó en su último boletín que la economía caerá el 3 por ciento este año y que la recesión se mantendrá en 2010, con una contracción del 1 por ciento, mientras que la última previsión oficial del Gobierno -de enero- hablaba de una caída del 1,6 por ciento este año y la recuperación el ejercicio que viene, con un crecimiento del 1,2 por ciento.

La vicepresidenta segunda también deberá informar sobre cómo piensa el Gobierno abordar la reestructuración del sistema financiero, así como los criterios del nuevo Ejecutivo para la reforma de la financiación autonómica y local.

Sobre esta última cuestión, también el nuevo vicepresidente, Manuel Chaves, deberá explicar al PP su papel en la reforma de la financiación autonómica.

Por otra parte, CiU pedirá al nuevo ministro de Fomento, José Blanco, que explique por qué en un año de crisis como éste ha caído la licitación pública.

La contienda sobre la economía en el Congreso no se limitará a la sesión de control, porque el jueves el pleno debe debatir la derogación o convalidación del decreto que el Gobierno aprobó cuando el Banco de España intervino Caja Castilla-La Mancha, para garantizar al organismo supervisor avales para la financiación necesaria de la entidad.