El Partido Popular volvió ayer a multiplicar las cortinas de humo con las que trata de acallar el goteo de imputados que las operaciones Gürtel y Espada han dejado entre sus cargos. Con medio partido inmerso en denunciar la 'persecución' del Estado, el secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, se empeñó ayer en insuflar oxígeno a la otra polémica que el PP ha alimentado en levante: el nombramiento de Leire Pajín como senadora.

En una entrevista concedida a Europa Press, Costa, que precisamente fue uno de los imputados por la operación Gürtel, aseguró que su grupo sigue planteándose 'muy seriamente' la posibilidad de someter a la secretaria de organización socialista a un examen de 'valencianidad' antes de admitir su designación.

El también portavoz de los conservadores en LesCorts trató incluso de responsabilizar a los socialistas de haberles forzado a bloquear el nombramiento de Pajjín, que se alarga desde mayo. Y es que, según Costa, 'la poca tolerancia y la falta de respeto' del PSOE al PP les está empujando a someter a las número tres de los socialistas a la polémica prueba. Como único ejemplo dee sta supuesta actitud el PSOE, el político valenciano citó una frase de la portavoz socialista en el Congreso, Carmela Silva, en la que el pasado martes, tres meses después de comenzar el boicot, tachaba la estrategia del PP de «franquista».

El desafío es aún mayor después de que el ministro de Fomento, José Blanco, amenazará a principios de mes con extender el bloqueo del PP a otras las instituciones. El número dos del PSOE pidió a Rajoy que dejara 'de jugar con las instituciones con su permanente obstaculización'. Si no, advirtió, a partir de septiembre el PSOE 'bloqueará cualquier negociación en la participación del PP en los órganos que corresponde negociar en el 'próximo periodo de sesiones'.

Esos órganos tienen nombre: se trata, principalmente, de la Comisión Nacional de la Energía, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y la Comisión Nacional del Sector Postal.

Ante la advertencia de Blanco, Costa se aferró a la letra pequeña de la normativa que rige Les Corts. Pese a que ninguno de los demás senadores valencianos han tenido que superar ninguna prueba, el PP defiende que dicha comparecencia está 'recogida en el Reglamento y que, además, se aplica en otras comunidades autónomas con reformas reglamentarias planteadas por grupos socialistas'.

A juicio de Costa, Blanco está oponiendo 'chantajes y bloqueos a una exigencia del PP para que se cumpla' la normativa. 'No es propio de un representante de los españoles', recalcó. Durante la entrevista, el portavoz conservador se permitió aconsejar al PSOE sobre cómo organizar el partido en Valencia. Costa recriminó a los socialistas la oposición frontal que han hecho al presidente de la Comunidad y hasta hace poco también imputado en la operación Gürtel, Francisco Camps. 'Sería conveniente no tener a personas con las cuales es muy complicado llegar a acuerdos', concluyó.

La réplica socialista no tardó en llegar y lo hizo con dureza. Antonio Hernando, responsable de Ciudades y Política Municipal del PSOE, recomendó a Costa que 'se ponga los naúticos y el polo que le regaló El Bigotes supuesto cabecilla de la trama Gürtel en Valencia se monte en el yate y se deje de tonterías'. 'Me da la impresión de que quiere hacerse famoso este verano a base de decir bobadas', lamentó.

El consejo más cruel lo dejó para el final. 'Debería plantearse empezar a pagar sus trajes. Ya es mayorcito para que otros le compren el vestuario', zanjó Antonio Hernando.