Este artículo se publicó hace 13 años.
El PP apela a lo que hizo Aznar para excusar su falta de programa
"No vamos a hacer nada diferente, ya se conoce", dice Pons. Montoro defiende el sector de la construcción para reactivar la economía
A falta de un programa electoral con medidas concretas, los dirigentes del PP se las ven y se las desean para responder cada vez que alguien les pregunta por sus planes.
Lo más fácil es apelar a la etapa de José María Aznar, la que va de 1996 a 2004. Los conservadores siempre la ponen de ejemplo y como aval de futuro. En mítines y entrevistas lo repiten como un mantra, tratando con ello de conjurar los problemas económicos con los que se tendrán que enfrentar en caso de llegar al Gobierno el próximo 20-N.
El último en hacerlo fue ayer el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons. En una entrevista en Antena 3, el dirigente conservador dijo que la oferta de su partido será similar a lo que se hizo entonces. "No vamos a hacer nada diferente, ya se conoce", resaltó. "Lo que hicimos es confiar en la sociedad y bajar los impuestos", explicó mientras reiteraba que su formación "aspira" a recuperar los puestos de trabajo que se han perdido con José Luis Rodríguez Zapatero. "Hay que ser ambiciosos", apuntó.
Su compañera de filas, Ana Mato, también mencionó aquellas fechas para indicar que aunque la situación es "difícil" el PP logrará que "España salga adelante". "Ya lo hicimos una vez", recalcó.La vicesecretaria de Organización hizo además hincapié en que antes de llegar la derecha al poder por aquel entonces, los socialistas alertaban sobre lo que sus dirigentes podían hacer al tomar las riendas. "Luego nos dimos cuenta de por qué lo decían. Tuvimos que pedir un crédito para pagar a los funcionarios", destacó lamentando el estado de las cuentas que se encontraron.
Mato aseguró que su formación no se va a "echar atrás" en las medidas que tenga que adoptar si gana aunque haya huelgas. En un desayuno informativo en La Razón comentó además que Rajoy formará un Ejecutivo con "pocos ministerios". En el Partido Popular dicen que maneja la cifra de diez en lugar de los 15 que existen actualmente.
Crisis internacionalLos conservadores se resisten a ver que las circunstancias han cambiado. Entre otras cosas, en 1996 no había una crisis financiera a nivel internacional, no existían tantos problemas para conseguir crédito, el precio del barril del crudo era más bajo y España recibía importantes fondos de la UE para infraestucturas.
Pons: "En el 96, lo que hicimos es confiar en la sociedad y bajar los impuestos"
Además, Aznar redujo la deuda mediante la privatización de varias empresas públicas como Telefónica, Endesa, Tabacalera, Repsol o Gas Natural. Esta operación no se podría repetir ahora. De hecho el PP se opone a que se toquen Loterías y Aena y asegura que no lo hará cuando si le llega el turno.
Mariano Rajoy se ha encargado durante todos estos meses de resaltar que el PSOE recibió de su formación "la mejor herencia económica de la democracia" y que ahora se la van a encontrar "envenenada". Aznar, de hecho, en cuanto tiene ocasión presume de su gestión. Es lo que hizo en la apertura de la Convención de Málaga: "Recibimos una pésima herencia y hubo que tomar decisiones muy serias para sacar el país adelante. Lo hicimos con éxito. Ahora será aún peor. Tendremos que tomar decisiones y llevar a cabo ambiciosas reformas".
La derecha pide confianza y predica "un segundo milagro español" como el que le atribuye a Rodrigo Rato. Pero lo cierto es que el líder conservador -él mismo lo confiesa-, no tiene decidido siquiera el nombre de su ministro de Economía a estas alturas. Además, el PP toma a Aznar como referente, pero algunos de sus barones territoriales como José Antonio Monago (Extremadura) o José Ramón Bauzá (Balears) están acometiendo sus propias medidas sin fijarse en ese modelo.
En el Partido Popularobvian que algunas de las medidas en materia fiscal y su modificación de la Ley del Suelo contribuyeron al desarrollo de la burbuja inmobiliaria. Hay quien todavía recuerda como en 2002, el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, comentaba que el alto precio de la vivienda en España se debía al bienestar económico.
El coordinador de Economía y Empleo del PP, Cristóbal Montoro, defendió en la noche del lunes en RTVE que era "otro topicazo" y cargó contra Rubalcaba, que fue quien reconoció que el PSOE tenía que haberla "pinchado" en su día.
Montoro: "No hay que perseguir la construcción, no está maldita"
Montoro indicó que en España se crearon cinco millones de puestos de trabajo desde que su partido llegó hasta que se fue de la Moncloa. "¿Alguien puede decirme sensatamente que se crearon en la construcción? Es que son estos topicazos que se instalan y se repiten hasta la saciedad para explicar un fracaso de política económica", subrayó.
"De hecho, ya se han destruido en esta crisis un millón de empleos en la construcción y hay mucha gente que lo está pasando muy mal por eso. La construcción es una actividad económica que es muy favorable porque necesitamos además viviendas accesibles en precio, sobre todo para los jóvenes", añadió.
Rajoy ha dicho que apostará por este sector y también por el turismo para salir de la crisis. También ha prometido recuperar la deducción por compra de vivienda que el Gobierno quitó porque fomentaba la burbuja. Él siempre ha negado la responsabilidad de su partido en esta. "Depende de mucha gente, también de los bancos. Yo creo en el sector de la construcción para el futuro, es muy importante. Habrá que corregir errores, pero tiene futuro. El mundo va a ir a mejor y mucha gente en Europa quiere adquirir aquí vivienda para estar seis meses", explicó en junio en el Círculo de Economía en Sitges, apoyándose en el buen clima.
"Sector maldito"Montoro aseguró que se creó empleo no sólo en la construcción, sino también "en los servicios, en la industria y hasta en la agricultura". "Eso es lo que tenemos que recuperar y no perseguir a ningún sector, porque ninguno es maldito en sí mismo", sostuvo.
A su juicio, lo que hay que evitar son "los abusos" que se puedan producir como cuando sube excesivamente el precio de la vivienda o el precio del suelo. "Y eso sube porque no hay libertad a la hora de facilitar suelo, porque depende de las calificaciones y de definiciones políticas. Lo que hay que hacer es dar más libertad económica", argumentó. Para él los promotores no son el problema. "El que lo tiene es quien está calificando ese suelo", explicó.
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