Porno infantil por dos euros al día

La trama aseguraba como reclamo que tenía pornografía infantil inédita y que, incluso, la podía producir "a petición" del cliente. Imágenes que hasta ahora no habían circulado por internet de abusos sexuales a niños de 9, 7 y 5 años de edad e, incluso, a pequeños de sólo 2 años.

A cambio, los responsables de la red pedían a los interesados que se hicieran socios de sus páginas web mediante el pago de una cuota mensual. ¿Cuánto? En su versión más barata, 79,99 dólares estadounidenses al mes (60,62 euros al cambio actual). De este modo, por sólo dos euros al día, podían acceder a las miles de imágenes con las escenas explícitas de abusos que la red camuflaba en el entramado de más de 200 webs que había creado para burlar a la Policía.

Sin embargo, su discreto y lucrativo negocio -según las primeras estimaciones policiales, les reportó beneficios superiores a los 2 millones de dólares- se ha venido abajo en las últimas semanas después de que las policías de de EEUU, Reino Unido, Bielorrusia y España se hayan coordinado en la ‘Operación Tornado', un amplio dispositivo internacional dirigida tanto a neutralizar los dos centenares de webs desde los que operaba la trama como a identificar y detener al mayor número posible de los más de 50.000 ciberpedófilos de todo el mundo que se habían hecho socios de pago de las mismas.

En España, los detenidos han sido 49 personas y, además, se ha imputado a otras quince. Además, los agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Policía han registrado 62 domicilios en diversos puntos de España, donde se han incautado de numeroso material pedófilo. Entre los arrestados, hay varios reincidentes y un individuo, residente en la provincia de Valencia, que además producía y distribuía su propio material pornográfico con menores. En sus equipos informáticos, la Policía ha encontrado imágenes suyas abusando de un niño. Otro de los detenidos, en este caso en la provincia de Barcelona, se ha suicidado tras su arresto, según confirmaron a Público fuentes policiales. Junto al cadáver apareció una nota en la que reconoció su adicción.

Uno de los detenidos se suicidó tras ser arrestado

Todos ellos está acusados de haber efectuado "pagos confirmados" con sus tarjetas de crédito o con las llamadas "pasarelas de pago" para conseguir las claves para acceder al "sitio para miembros" de las webs investigadas. Los responsables de la trama habían fijado como cuota mensual dos cantidades: 79,99 dólares (60,62 euros) o 99,99 dólares (75,78 euros), que luego cargaban en la cuenta de los clientes como si fueran cargos por la adquisición de ropa u otro inocente producto para, de este modo, que los apuntes bancarios no pusieran en aprietos a sus clientes ante sus propias familias y las propias entidades financieras. "Por eso le habían puesto precios de ‘rebajas', con céntimos", destaca a Público uno de los agentes españoles que ha participado en el operativo.

La investigación fue iniciada en 2008 por el FBI, cuyos agentes especializados en combatir la pornografía infantil fueron quienes localizaron las páginas webs, así como los servidores y las 50.000 direcciones IPs de todo el mundo desde la que los pedófilos socios se descargaban el material. De ellas, 74 estaban radicadas en España. Sobre esta información, la Policía española ha trabajado en los últimos meses, no sólo para identificar a los propietarios de dichas conexiones a internet, sino también para rastrear los pagos realizados por éstos con tarjetas de crédito durante los últimos nueve meses. "Buscamos aquellos pagos que correspondían con las dos tarifas que había fijado la red. De este modo hemos demostrado por dos vías, la de la conexión a internet y la de los pagos, la compra del material ilícito", destaca a este diario uno de los responsables de la investigación en España.

En total, la trama estaba compuesta de más de 50.000 ciberpedófilos

La operación, sin embargo, aún no está cerrada. De hecho, las policías de los otros tres países implicados aún rastrean algunas de las direcciones IPs utilizadas por los ciberpedófilos. En Bielorrusia, además, se intenta localizar a los creadores y gestores de las trama de las webs, ya que, según las pesquisas, sus responsables "son miembros de organizaciones criminales de carácter internacional ubicadas en Europa del Este", destacaba este domingo la Policía. Los tentáculos de la red se extienden además por otros países europeos y los EEUU, donde constaba con infraestructura.

Y, sobre todo, la Policía tiene aún por delante la labor más dura: identificar a los menores que aparecen en los vídeos inéditos que manejaba la trama. "Hay que saber quiénes son los niños para, así, detener a los que abusaron de ellos", reconocen las fuentes policiales, que, sin embargo, descartan que estas agresiones sexuales se hayan producido en España.