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Una plaga misteriosa afecta la cosecha de opio en Afganistán

Reuters

Una plaga misteriosa está dañando los campos de la amapola del opio en Afganistán, poniendo en peligro la campaña para reducir el control económico de la droga sobre el país al desatar una subida de su precio para los agricultores, dijo el jueves la ONU.

Afganistán es el mayor proveedor de opio del mundo, una pasta espesa que se procesa para obtener heroína. Alrededor del 90 por ciento de la cosecha se produce en la provincia de Helmand, en el sur del país, donde miles de soldados estadounidenses combaten contra la insurgencia, financiada parcialmente por el comercio de la droga.

La comunidad internacional ha pasado años intentando reducir la dependencia afgana del opio, que proporciona ingresos a miles de agricultores pobres, reticentes a cambiar a cosechas legales porque son menos rentables.

La Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y Delincuencia (UNODC, por sus siglas en inglés) dijo en Kabul que no podía confirmar qué tipo de enfermedad ha afectado las cosechas, pero indicó que espera que su impacto sobre las cosechas de final del verano sea significativo.

El impacto sobre los precios, junto con el peligro de que pueda dañar a las plantaciones legales, podría perjudicar los intentos de eliminar las amapolas de opio.

"A corto plazo, parece ser el modo de ayudar de la madre naturaleza", dijo Jean-Luc Lemahieu, portavoz de la UNODC en Kabul.

"Pero si los agricultores ven afectadas sus cosechas legales, y además, los precios especulativos del opio llevan los cultivos a nuevos máximos, entonces los efectos negativos a largo plazo compensarán los positivos a corto plazo", añadió.

Lemahieu dijo que aún se están realizando análisis a las muestras de las plantas afectadas, y advirtió de que la plaga podría dañar los esfuerzos internacionales por erradicar el cultivo de Afganistán porque también podría alcanzar a cosechas legales de frutas y verduras, como las granadas, decisivas para la economía agrícola del país.

"Tenemos que ser cautos y no cantar victoria antes de saber realmente cuál podría ser el impacto negativo. Podría no sólo afectar a los campos de opio, sino a los cultivos alternativos que promovemos, como los albaricoques, manzanas o granadas", señaló.

En los últimos dos años, el suministro de esta droga ha descendido y se limita a solo siete de las 34 provincias afganas, según la ONU, lo que ha llevado a un aumento de los precios.

Las campañas anteriores para erradicar la amapola han vuelto a las comunidades contra el Gobierno y las tropas extranjeras. En la localidad de Marjah, en Helmand, los marines estadounidenses han llevado a cabo una estrategia de pagar a los agricultores para que quemen sus propias cosechas.

La plaga se ha notificado hasta ahora en Helmand y en las provincias vecinas de Kandahar y Uruzgan, según Lemahieu.

Los campesinos que dependen del cultivo del opio para sus ingresos han acusado en el pasado a las tropas occidentales de difundir las plagas de manera deliberada para acabar con la planta. Un portavoz de la misión de la OTAN en el país negó rotundamente cualquier implicación en los hechos.

"La acusación de que la OTAN está en cierto modo implicada en la plaga de la amapola es absolutamente ridícula", dijo el mayor Steven Cole, portavoz de ISAF.

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