Este artículo se publicó hace 14 años.
Picasso vuelve a Zúrich en el 100º aniversario del Kunsthaus
El museo Kunsthaus de Zurich, donde Picasso tuvo en 1932 su primera exposición en un museo, va a celebrar su centenario con un programa especial que incluye una muestra sobre cómo recibieron sus contemporáneos la obra del artista malagueño.
Ese programa especial comienza el 12 de febrero ofreciendo al público la inusual ocasión de ver la renombrada colección del polémico industrial de Zúrich Emil Bührle, y termina con una muestra que marcará el 150 aniversario del nacimiento de Carl Moser, el arquitecto del edificio Jugendstil.
"Decidimos no marcar el centenario con un solo acto grande, sino con todo un programa de exhibiciones de alto nivel", afirmó el jueves el director del Kunsthaus, Christoph Becker, en una rueda de prensa.
El museo, que el año pasado recibió 228.000 visitantes, mostrará parte de la colección del industrial nacido en Alemania Emil Bührle, que amasó su fortuna vendiendo armas y munición a ambos bandos durante la Segunda Guerra Mundial y a finales de los años 40 devolvió o recompró varias obras que se descubrió habían sido saqueadas por los nazis a familias judías.
"La exposición indicará la procedencia y las circunstancias que rodean a la adquisición de las obras", comentó Becker. "Bührle compró las obras de buena fe y fue uno de los primeros coleccionistas en abordar el asunto".
Durante el verano, la pinacoteca se centrará en artistas contemporáneos como el fotógrafo alemán Thomas Struth, que explora las fronteras entre documentación e interpretación en obras de gran formato, y el artista multimedia albano Adrian Pacci, que trata temas como la migración, la globalización y la identidad cultural.
El museo revisitará su histórica exposición de Picasso de 1932 en los últimos meses del año de su centenario, permitiendo que el público del siglo XXI vea su arte rompedor con 70 obras de la muestra original.
"La exposición es el resultado de cinco años de trabajo", comentó el comisario del museo Tobia Bezzola. "En primer lugar tuvimos que determinar qué obras había en la exposición original. Luego tuvimos que localizarlos todos".
El propio artista fue el comisario de aquella retrospectiva, que recorría las tres primeras décadas de su carrera desde sus periodos rosa y azul hacia el cubismo, en el que desarrolló un lenguaje pictórico completamente nuevo con el artista francés Georges Bracque, y hasta su periodo clásico.
"Picasso ya era una estrella entonces. Todo esto de la fama ya había empezado incluso entonces", comentó Bezzola, añadiendo que la prolongada estancia del español en la ciudad mientras preparaba la exposición causó sensación en la sociedad de Zúrich.
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