Este artículo se publicó hace 12 años.
"Pese a los 100.000 vatios, ganó el 99%"
Urkullu, presidente del PNV, sostiene que la "pitada" tenía el "terreno abonado" por la "provocación" de Aguirre, que abogó por suspender el partido si se boicoteaba el himno
"Pese a los 100.000 vatios, que pretendían ensordecer a la afición, ganó el 99% de los 52.000 presentes en el estadio, salvo alguna bandera española presente y algún grito de "Arriba España" de algún exdirigente del PP vasco y cargo de representación popular", ha indicado Iñigo Urkullu, presidente del PNV.
El dirigente vasco ha afirmado que la "pitada" tenía un "terreno abonado" por la "provocación" de las declaraciones previas de Esperanza Aguirre, quien mantuvo que el partido debía suspenderse si se pitaba el himno español.
Urkullu ha destacado, en un escrito facilitado por el PNV, que es un "firme defensor del máximo respeto institucional" y que "nunca ha sido partidario de las pitadas", aunque ha añadido que, en su opinión, tanto para Aguirre como para el PP la final de ayer "no era un partido, sino ver si ganaba la pitada o los vatios de potencia de la megafonía tanto en el campo como en la televisión".
Los partidos políticos vascos han mostrado hoy su desacuerdo con la pitada que se produjo ayer cuando se interpretó el himno español en la final de la Copa del Rey de fútbol, aunque el PNV y el PSE-EE han apuntado a "la provocación" de la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre.
El secretario general del PSE-EE en Álava, Txarli Prieto, ha reconocido que los socialistas vascos no están de acuerdo con la pitada al himno español, que ha calificado de "hecho anecdótico". Ha reprochado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, su actitud "provocadora y manipuladora" al opinar que el partido debería suspenderse, y ha mantenido que su objetivo era desviar la atención del "desastre de Bankia" y de la desviación al alza del déficit madrileño.
Prieto ha destacado, no obstante, la normalidad con la que transcurrió el partido y el comportamiento "ejemplar" de ambas aficiones, fuera y dentro de campo.
El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha afirmado que "evidentemente hubo gente que pitó", y tras comentar que "las reclamaciones y obsesiones de algunos tienen mucho eco", ha advertido de que "no se puede convertir" este hecho "en un espectáculo, al que cada vez se sume más gente, no por interés político sino porque se acaba montando el cirio".
Basagoiti también ha expresado su "reprobación" ante los insultos que se lanzaron a Esperanza Aguirre durante el encuentro y ha manifestado que "una cosa es no compartir con ella la petición de suspender la final y otra faltar al respeto a una alta responsable institucional".
También se ha pronunciado sobre la pitada el diputado del PP por el País Vasco, Leopoldo Barreda, quien ha indicado que su partido "se queda con la mayoría que está con el Athlétic, y no con las minorías, por mucho que sean más ruidosas y haya algunos que están 'a río revuelto, ganancia de pescadores'".
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