El pívot español Pau Gasol regresó de nuevo a Memphis, donde inició su brillante carrera profesional, pero esta vez vistiendo la camiseta de Los Ángeles Lakers y feliz de todo lo que le ha sucedido desde que dejó a los Grizzlies el pasado febrero.

Aunque un sector de los aficionados de los Grizzlies no le ha perdonado lo que ellos consideraron falta de entrega y liderazgo mientras estuvo con el equipo de Memphis, el jugador español no tiene ningún tipo de rencor hacia quienes piensan así y confía que en general lo reciban de una manera cordial.

"Siempre me sentí bien en Memphis, mi familia sigue aquí, mi padre sigue trabajando en un hospital y ahora está mi hermano (Marc), por lo tanto no hay nada que cuestionar, simplemente se dio un traspaso que en su momento interesó a ambas partes", declaró Gasol al periódico local "Commercial Appeal".

Gasol dejó muy claro que no entendió por qué se deterioró su relación con los seguidores de los Grizzlies en la última etapa de su estancia con el equipo, ya que lo único que discutió con el dueño fue la posibilidad de conseguir un traspaso.

"Me siento muy orgulloso de todo lo que conseguí con los Grizzlies, tanto las marcas individuales y de equipo, entre ellas llegar a los 50 triunfos y estar en la fase final", destacó Gasol. "No alcanzamos el siguiente nivel, pero eso fue todo", señaló.

Gasol reiteró que, por su parte, no tiene nada más que buenos recuerdos de los Grizzlies y su estancia en Memphis, de ahí que su vuelta sea algo muy emotivo y el partido lleno de emociones.

"Si tengo un buen recibimiento, estaré muy agradecido, si es lo contrario, me sentiré un poco desilusionado, pero será algo que no pueda controlar, aunque lo más importante es que volveré a reunirme con personas dentro del equipo a las que les tengo un gran cariño y admiración", consideró.

Gasol entiende que no tienen porque darle un gran recibimiento, pero sí considera que se merece el respeto de un profesional que lo dio todo por el equipo y le permitió tener relevancia dentro de la NBA.

Mientras tanto, sus nuevos compañeros de equipo, encabezados por el escolta estrella Kobe Braynt, al margen de las interrogantes que se han hecho sobre si el traspaso fue muy malo para los Grizzlies y muy bueno para los Lakers, destacaron que la clase y el profesionalismo de Gasol está fuera de toda duda.

"Es sencillamente un primera clase dentro y fuera del campo y junto con Kevin Garnett son los dos aleros de la NBA que pueden rendir de la manera como lo hacen", subrayó Bryant. "Además es un jugador de equipo excepcional, que no necesita ya demostrar nada a nadie porque cada día", añadió.

El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, poco dado a dar valoraciones sobre los jugadores, fue contundente cuando dijo: "quienes no vean el valor que tiene este jugador como segundo máximo encestador y segundo jugador del equipo, es que realmente no entiende de baloncesto".

Todo el apoyo que recibe de sus compañeros y entrenador es lo que hace que Pau Gasol haya vuelto a Memphis mas seguro que nunca, pero sobre todo mucho más feliz y apreciado, dos cosas que tal vez en determinados momentos hecho en falta cuando estuvo con los Grizzlies.

"Ahora tenemos la oportunidad cada noche de hacer cosas interesantes y además con la gran posibilidad de conseguir ganar un título de liga, el sueño de cualquier profesional de la NBA", agregó el hermano mayor de los Gasol.

Algo tan lógico y normal en la historia de la NBA, pero que para muchos aficionados de los Grizzlies no supieron entender en su momento, aunque han tenido el tiempo suficiente para asimilarlo y aceptarlo.