Este artículo se publicó hace 15 años.
El paradero de Allen Stanford es nuevamente un misterio
El paradero del magnate texano Allen Stanford, acusado de un fraude masivo que tiene en vilo cientos de inversores en América latina, se convirtió nuevamente en un misterio el viernes después de que el FBI le notificara la demanda pero le dejara en libertad.
Equipos de periodistas mantenían guardia fuera de la casa de la familia de una mujer señalada como una novia de Stanford, pero no hubo señales de que él hubiera pasado la noche allí. Las luces se apagaron pronto por la noche.
La modesta casa, de tres pisos y fachada de ladrillo, pertenece a parientes de Andrea Stoelker, según un cruce de referencias de un banco de datos y el periódico Free Lance-Star, de Fredericksburg.
La Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) acusó a Stanford de estafar a 50.000 clientes en el mundo con un multimillonario esquema de inversiones.
Actuando bajo petición de la SEC, agentes del FBI alcanzaron a Stanford el jueves en Fredericksburg y le entregaron la demanda de la SEC.
"Estamos ayudando para localizar y entregar papeles", dijo Bill Carter, portavoz del FBI en Washington.
Stanford, de 58 años, no fue arrestado ni puesto en custodia. Carter declinó a decir cómo fue encontrado Stanford.
Había información contradictoria respecto a si Stanford ya entregó su pasaporte.
Un agente dijo el jueves a Reuters que están haciendo trámites para poder hacerlo. No obstante, ABC News dijo el jueves que ya lo entregó el jueves y que luego fue llevado a Fredericksburg.
Kevin Callahan, portavoz de la SEC, señaló que no podía aclarar de inmediato el estado del pasaporte de Stanford.
Tampoco pudo confirmarse una información de ABC News que indicaba que Stanford contrató a Brendan Sullivan, socio de Williams & Connolly, uno de los abogados de defensa criminal más reconocidos de Washington, para que lo represente.
La SEC presentó el martes en Dallas cargos civiles contra Stanford y dos colaboradores, al igual que contra Stanford International Bank Ltd, Stanford Group y Stanford Capital Management.
La agencia los acusa de un "fraude masivo" en la venta de certificados de depósitos por 8.000 millones de dólares.
La SEC no logró encontrar a Stanford hasta que recibió el apoyo del FBI el jueves.
Su paradero es objeto de intensas especulaciones desde que no respondió a una citación de la SEC para responder preguntas sobre las operaciones de su compañía.
Responsables no precisaron cómo se enteró el FBI que Stanford se encontraba en Virginia, pero dijeron que no se ha estado escondiendo y que no es un fugitivo.
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