Este artículo se publicó hace 13 años.
"Páncreas artificial", una promesa para embarazadas diabéticas
Un grupo de científicos demostró cómo un"páncreas artificial" puede ayudar a las mujeres embarazadas condiabetes tipo 1 e indicó que su hallazgo podría reducirsignificativamente los casos de parto de feto muerto y defallecimiento materno en estas pacientes.
Investigadores británicos usaron un "sistema deadministración de insulina de circuito cerrado", o páncreasartificial, en 10 embarazadas con diabetes tipo 1 y hallaron quebrinda la cantidad correcta de insulina en el momento adecuado,mantenía el azúcar en sangre cerca de lo normal y previno caídasriesgosas de niveles de glucosa por la noche.
"Descubrir que un páncreas artificial puede ayudar a mantenerlos niveles de glucosa cerca de lo normal en estas mujeres es muyprometedor", dijo Helen Murphy, de la Cambridge University, quiendirigió el estudio.
El páncreas artificial experimental fue creado para combinarun controlador continuo de la glucosa con una bomba de insulina,dos dispositivos que ya usan por separado muchas personas condiabetes tipo 1.
Ensayos previos en niños con la condición reveló que usar unsistema pancreático artificial por la noche mejoraba el controlde la glucosa y reducía la hipoglucemia, que es cuando el nivelde azúcar en sangre cae demasiado.
El cuerpo de las personas que padecen diabetes tipo 1 sevuelve incapaz de procesar correctamente el azúcar y, sipermanece sin tratar, se destruyen los vasos sanguíneos y losnervios, los órganos fallan y los pacientes pueden morir.
El embarazo puede ser particularmente riesgoso para lasmujeres con diabetes, dado que los cambios hormonales dificultanel proceso de mantener los niveles de glucosa dentro de losparámetros seguros, especialmente durante la noche.
Como resultado de los niveles elevados de azúcar en sangre desus madres, los bebés de las mujeres con diabetes son cinco vecesmás propensos a nacer muertos, tres veces más proclives a moriren los primeros meses de vida y dos veces más tendientes apadecer una deformidad, señalaron los expertos.
Datos de estudios previos sugieren que las mujeresembarazadas que sufren diabetes tipo 1 pasan un promedio de 10horas diarias con niveles de glucosa por fuera de las metasrecomendadas, dijo Murphy, cuyos resultados fueron publicados enla revista Diabetes Care.
Esto incrementa el riesgo de defectos congénitos, nacimientode bebé muerto, muerte neonatal, parto prematuro, bebé con excesode peso al nacer y otras complicaciones.
La diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune en la cual elcuerpo destruye su propia capacidad de generar la hormonainsulina que controla el azúcar en sangre, representa alrededordel 10 por ciento de todos los casos de diabetes.
La forma más común, denominada diabetes tipo 2, suele estarrelacionada con la mala alimentación y la falta de ejercicio.
Iain Frame, director de investigaciones de la entidadbenéfica Diabetes UK, que financió parcialmente el estudio, dijoque aunque se trata de un ensayo pequeño e inicial, losresultados son alentadores.
"Este es un ejemplo fantástico de cómo las tecnologíasexistentes (...) pueden ser adaptadas y desarrolladas parabeneficiar a la mayor cantidad posible de personas con diabetes",señaló Frame en un comunicado.
Los investigadores indicaron que se requieren más estudiossobre una mayor cantidad de mujeres para validar los hallazgos yver si el sistema puede desarrollarse para su uso fuera delhospital.
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