Este artículo se publicó hace 13 años.
Los países mediterráneos de la UE piden a sus socios un fondo para la inmigración
Los países mediterráneos de la Unión Europea (UE) pidieron hoy a sus socios comunitarios la institución de un "fondo especial de solidaridad" para afrontar las crisis inmigratorias, como la registrada en Italia con la llegada de unos 6.300 indocumentados desde que empezó el año.
España, Italia, Francia, Grecia, Chipre y Malta apelaron al espíritu "solidario" de la UE en una reunión de sus ministros de Interior en Roma promovida por el titular italiano, Roberto Maroni, ante la llegada masiva a la isla de Lampedusa de inmigrantes norafricanos, en su mayoría provenientes de Túnez.
Los ministros llegaron este miércoles a una serie de conclusiones que serán llevadas mañana ante el resto de colegas comunitarios en el Consejo Europeo de Justicia e Interior que se celebrará en Bruselas y al que estos seis países acudirán con unas exigencias conjuntas recogidas en un documento.
"Se hace necesario adoptar medidas urgentes para afrontar la crisis humanitaria que deriva de las llegadas masivas a nuestras costas, que hoy son italianas, pero que un futuro podrían ser de otros países", reza el texto.
Añade que "Europa debe actuar según su larga tradición y apoyar a aquellos que legítimamente piden protección (...) Hoy la seguridad y estabilidad del Mediterráneo constituyen un objetivo a perseguir con determinación, y Europa no puede permitirse quedarse sin iniciativa ante la crisis de una región vital para su futuro".
Como explicó Maroni en la rueda de prensa posterior al encuentro, la principal novedad es la solicitud de la "institución de un fondo especial de solidaridad para afrontar la crisis humanitaria, un fondo humanitario de solidaridad a cargo de toda Europa" que permita asumir el "primer impacto" de la llegada de indocumentados.
El ministro del Interior italiano explicó además que pedirán a sus socios comunitarios que, desde la solidaridad europea, se cree antes del final de 2012 "un sistema de asilo común sostenible" para los inmigrantes irregulares que llegan a Europa.
"En la práctica supondría un programa específico de colaboración entre países, es decir, el reparto de costes de la inmigración", añadió Maroni, quien en las últimas semanas se ha quejado de la "tardía" reacción de las autoridades comunitarias ante la masiva llegada de indocumentados a Lampedusa.
El tercero de los puntos de acuerdo más relevantes de estos seis países es la institución de una red de información y asistencia permanente entre ellos, a través de la que puedan ofrecerse ayuda en caso necesario.
España, Francia, Grecia, Italia, Chipre y Malta coincidieron además este miércoles en la necesidad de un papel activo de Europa como actor político ante la crisis que viven los países del norte de África, especialmente Libia, cuya situación podría dar origen a un nuevo éxodo masivo hacia las costas europeas.
"Pedimos que se cree un nuevo sistema de cooperación con los vecinos países del sur que están acometiendo reformas político-económicas, con un apoyo más eficaz por parte de la Unión Europea y una plena soberanía de los países interesados", reza la declaración conjunta.
En este sentido, el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo durante la rueda de prensa que tanto España como los otros cinco países mediterráneos han querido ratificar el apoyo de Europa a los pueblos del norte de África "que luchan por sus derechos humanos, en los que hay ciudadanos que están, incluso, muriendo".
"En estos días, la crisis libia ha hecho eclosión y, según evolucionen las cosas, podemos encontrarnos ante una situación de auténtica emergencia humanitaria", comentó Rubalcaba, quien dijo que España no ha adoptado por el momento medidas de seguridad especiales en sus enclaves norteafricanos, Ceuta y Melilla.
El ministro español incidió además en el papel de "región de acogida" que ha caracterizado a Europa en los últimos años y que, según él, tiene que seguir así, combatiendo también la presencia de las mafias que piden elevadas cantidades de dinero a los indocumentados africanos para llevarlos por mar a Europa.
Desde el pasado enero, según informó hoy Maroni, unos 6.300 indocumentados han llegado a las costas del sur de Italia (sobre todo a Lampedusa), de los que 6.200 proceden de Túnez, y sólo una muy pequeña minoría de ellos ha solicitado el derecho de asilo.
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