Este artículo se publicó hace 15 años.
Un padre británico cede a favor de la eutanasia para su bebé
Un padre que había estado luchando para evitar que su hijo gravemente enfermo fuese desconectado, retiró el martes su oposición a una maniobra que había sido respaldada por los médicos y la madre del bebé.
La decisión fue alcanzada en el séptimo día de un caso cargado emocionalmente en el Tribunal Supremo, en el cual un juez se enfrentaba a la difícil tarea de decidir si el bebé RB de un año y con discapacidad crónica debe continuar viviendo o morir en paz, tras uan retirada de respiradores artificiales.
RB nació en octubre del año pasado, afectado por lo que se cree es un síndrome miasténico congénito (SMC), una rara condición neuromuscular que limita de forma grave la capacidad respiratoria y la movilidad de los miembros.
Testigos médicos expertos lo describen como una persona que tiene un cerebro normal encerrado en un cuerpo inmóvil y "no comunicativo".
"Ahora todas las partes de la corte están de acuerdo que beneficiaría a RB seguir el camino sugerido por los doctores", indicaron al juez Justice McFarlane abogados de la autoridad de salud a cargo del bebé en cuidados intensivos
El juez dijo que era un "resultado triste, pero en mi opinión inevitable" y el "único defendible para RB", según reportó Press Association.
Además elogió a los jóvenes padres separados que habían sido "ejemplares" al atender a su hijo en una cama de hospital cada día durante su corta vida.
Ambos padres lloraron y en un momento la madre dejó la sala con lágrimas, pero volvió para escuchar el homenaje que realizó el juez a ellos y a los doctores y enfermeras que estuvieron a cargo del niño.
Las autoridades del hospital habían intentado conseguir una orden del tribunal que permitiera una muerte con dignidad para RB en vez de continuar una existencia que los doctores calificaron como "miserable y lamentable".
Su padre inicialmente se opuso a la solicitud, argumentando que su hijo mostraba signos de movimiento voluntario cuando le mostraban juguetes y debiera tener la posibilidad de vivir, a pesar de tener una discapacidad crónica.
Sin embargo, expertos médicos aseguran que su principal preocupación era que el bebé era incapaz de mostrar, a través de su expresión facial o movimiento corporal, cuándo sentía dolor durante el tratamiento estresante al que debía someterse.
A través de un comunicado conjunto emitido por los abogados involucrados en el caso, se informó que el padre de RB había quedado tranquilo con la decisión y lamentaba que "más tratamientos médicos tristemente ya no beneficiaban a RB".
Agregaba que "ésta ha sido una decisión muy angustiosa".
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