Este artículo se publicó hace 16 años.
La oposición de Zimbabue pide una fuerza de la ONU
Tsvangirai ofrece a Mugabe la negociación si libera a todos los presos políticos
Esto no son unas elecciones. Mugabe ha declarado una guerra en la que nosotros no queremos participar.
Morgan Tsvangirai, el líder de la oposición de Zimbabue que el domingo retiró su candidatura a las elecciones presidenciales previstas para mañana, describió así ayer la situación. El rival del dictador Robert Mugabe tomó su decisión ante el temor de que sus partidarios perdieran la vida a manos de las milicias que apoyan al presidente.
«Si el mundo no nos ayuda, Zimbabue se romperá», dijo Tsvangirai
En un artículo publicado ayer en el diario británico The Guardian, el líder del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC, en inglés), había lanzado un llamamiento a Naciones Unidas para pedir una intervención militar internacional en su país en forma de fuerza de paz. Si el mundo no nos ayuda, Zimbabue se romperá, advirtió.
El lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó por unanimidad la violencia desplegada por el régimen de Mugabe, el hombre de 84 años que ha dirigido Zimbabue durante los últimos 28. La resolución aseveraba que la persecución de opositores hace imposibles unas elecciones libres.
En The Guardian, Tsvangirai instaba a que las crecientes presiones internacionales sobre el régimen de su país vayan a más. Pedimos a la ONU que acompañe su reciente condena de la violencia en Zimbabue con el aislamiento activo del dictador Mugabe.
200 seguidores del partido opositor fueron detenidos ayer
Oferta de negociación
Para ello necesitamos una fuerza (militar) que proteja al pueblo, proseguía el líder opositor. Esa fuerza deberá asumir la tarea de mantener la paz y no causar problemas. Su labor sería separar al pueblo de sus opresores y proteger el proceso democrático.
Tsvangirai, que desde el domingo se halla refugiado en la embajada holandesa en Harare, se mostró más conciliador horas después en una rueda de prensa que ofreció en su casa, para lo que abandonó durante unas horas su refugio.
El rival de Mugabe sostuvo ante los periodistas que la mejor manera de sacar a Zimbabue de la crisis es llegar a un acuerdo negociado con el Gobierno, con la condición de que éste libere a todos los presos políticos, incluido Tendai Biti, el secretario general del MDC, procesado por traición.
Tsvangirai aclaró que, en caso de que se llegue a un acuerdo para formar un Gobierno conjunto del MDC con la ZANU-PF (el partido de Mugabe), el proceso de transición deberá estar guiado por la Unión Africana y respaldado por la ONU si se quiere sacar a Zimbabue del caos.
Ni las declaraciones deTsvangirai ni las crecientes presiones internacionales parecen hacer mella en Mugabe. La Policía allanó ayer las oficinas del MDC en una localidad del este del país y arrestó a más de 200 personas, en su mayoría seguidores del partido que habían buscado refugio en la sede para escapar de los ataques de las miliciasde ZANU-PF.
En las calles de la capital, la vida continuaba como siempre, contó a Público Fambai Ngirande, de la asociación nacional de ONG. La gente está preocupada por su lucha diaria para subsistir. No hay rabia, sí hay gente que sigue desesperada por subsistir en una economía informal que se derrumba a gran velocidad.
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