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Olivas exige una indemnización millonaria para salir de Bankia

Mantiene una puja con Rato, que no quiere pagarle después del lío de Banco de Valencia

VIRGINIA ZAFRA

Los serios problemas por los que atraviesa el Banco de Valencia deben tener consecuencias y la primera va a ser la salida de José Luis Olivas de Bankia y de su matriz Banco Financiero y de Ahorros (BFA), que a la postre es el propietario del 27,3% de la entidad valenciana. El todavía número dos de Rodrigo Rato presidió durante años Banco de Valencia y la grave situación por la que atraviesa (tiene una necesidad de recapitalización de más de 600 millones de euros) va a acabar con su carrera de banquero, con toda seguridad. La cuestión ahora es cuándo, cómo y, sobre todo, por cuánto.

En el entorno de BFA creen que será inminente porque Olivas está recibiendo mucha presión, pero la decisión se está retrasando por una cuestión básica: el dinero. El que fuera presidente de Bancaja exige su indemnización (por contrato son dos años de salario), que podría superar los 3 millones de euros. Pero Rodrigo Rato no está dispuesto a soltar un euro. Ni la situación que dejó en Bancaja ni en la que ha quedado Banco de Valencia le hacen merecedor de cuantía alguna, argumentan en su entorno. Pero Olivas tiene a su favor los estatutos de Bankia, que aseguran que los consejeros tendrán derecho a 'una indemnización en caso de separación o cualquier otra forma de extinción de la relación jurídica con la sociedad no debidos a incumplimiento imputable al consejero'. Y nadie ha demostrado aún que Olivas (que presidió la Generalitat valenciana con el PP antes que Francisco Camps) no haya cumplido sus obligaciones.

En este caso, a diferencia de las cuantías millonarias pagadas en otras entidades, no se trata de una prejubilación ni de lo acumulado en su pensión (que no tiene), sino que se trataría de una indemnización por cese.

Intentos fallidos de venta

La salida de Olivas, que previsiblemente se debatirá en la reunión del Consejo de BFA ordinario que se celebra el próximo lunes, no es la única consecuencia de los problemas de Banco de Valencia. Lo más urgente, de hecho, es la recapitalización y venta de la entidad. En los próximos días, el Banco de España debería precisar las necesidades que tiene para poder plantear la estrategia. Rato está firmemente decidido a venderlo y lleva casi dos semanas intentándolo. Se lo ha ofrecido a prácticamente todas las entidades sanas o medio sanas del país, aunque con poco éxito. La adjudicación de la CAM en las dos próximas semanas podría dar oxígeno a esta venta, pero si no aparece un candidato sorpresa es muy probable que acabe en manos del fondo público de rescate.

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