Este artículo se publicó hace 16 años.
La oferta de Lukoil, sin el apoyo de accionistas ni de Gobierno
Por Dmitry Zhdannikov y Katya Golubkova
El gigante energético ruso Lukoil no podría haber elegido un peor momento para pujar por Repsol no sólo por la falta de liquidez y de un visible apoyo del Kremlin, sino también por la reacción en contra de sus habitualmente leales accionistas minoritarios.
Los accionistas minoritarios de la mayor petrolera privada de Rusia dicen estar indignados con respecto a la posible compra de una participación de Repsol por hasta 10.700 millones de euros y más bien preferirían ver a la compañía invirtiendo en acciones propias o en producción propia.
El grupo ruso ha estado trabajando en una expansión internacional desde hace tiempo en un intento que no sólo le permitiría competir en mejores condiciones con los grandes rivales globales sino también le daría un mayor papel diplomático en la resurgente y cada vez más enérgica Rusia.
Pero, además de la oposición que podría afrontar en círculos políticos españoles, la expansión de Lukoil en el extranjero está última en la lista de prioridades del Kremlin.
El Gobierno ruso está preocupado por conservar los miles de millones de dólares que necesita para mantener a flote la economía, apoyar el rublo y ayudar a los gigantes empresariales públicos a refinanciar sus deudas internacionales.
"Es un acuerdo muy peligroso", dijo Ivan Mazalov de Prosperity Capital Management. "Cuando las compañías rusas están provisionando pérdidas de sus inversiones extranjeras sería inteligente por parte de Lukoil comprar sus propias acciones antes que realizar este acuerdo".
Mazalov, que ayuda a gestionar 2.000 millones de dólares incluyendo una "gran participación minoritaria en Lukoil", dijo que desearía que la petrolera tuviera una mejor gestión en Rusia: "Si sumas activos en lugares como Argentina, se volverá incluso más difícil manejar la compañía".
Zina Psiola, directora de mercados emergentes en Clariden Leu, dijo que encontraba difícil ver sinergias en el acuerdo y que el precio de Repsol le parecía excesivo.
"Los inversores no deberían engañarse con el hecho de que Lukoil esté negociando con bancos españoles para un crédito de 10.000 millones", dijo Psiola, cuyo fondo vendió este año su participación en Lukoil.
"Cuando las cosas se ponen difíciles como ya se pusieron este otoño sabemos que (Lukoil) vendrá y ejercerá presión para que el Gobierno ruso les rescate ya sea en forma de un mejor trato fiscal y/o de refinanciación".
"Por lo tanto, Lukoil pretende de-facto hacer una adquisición a expensas del presupuesto ruso y el sistema de pensiones del país", dijo.
Elena Loven, que gestiona el fondo ruso Swedbank, dijo que piensa que el acuerdo podría considerarse destructivo para Lukoil.
"Lukoil se verá forzado a recortar sus planes de inversión debido a los problemas crediticios y a una menor entrada de caja en un entorno de caída en los precios del crudo", dijo.
AMENAZA A LOS RATINGS
Fuentes dijeron a Reuters que Lukoil podría cerrar un acuerdo para comprar un 30 por ciento de Repsol a sus principales accionistas incluyendo la constructora Sacyr Vallehermoso y la caja de ahorros La Caixa.
Lukoil, que todavía no ha realizado comentarios sobre el acuerdo, logró bastante apoyo del Gobierno para cerrar la compra de una refinería siciliana a la italiana ERG cuando el presidente ruso, Dmitry Medvedev, y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dieron su bendición al aplazamiento de 1.350 millones de euros en pagos.
Pero no es probable que logre este tipo de apoyo en la operación española.
"El Estado tiene otras prioridades en este momento. El apoyo a este acuerdo no está siendo discutido", dijo una fuente gubernamental.
Los medios de comunicación rusos informaron de que Lukoil, que en los últimos meses ha estado presionando al Gobierno para que Rusia entre en la OPEP, podría recurrir a inversores de Oriente Medio para financiar la compra.
Por otra parte, el mayor banco de inversión ruso, Renaissance Capital, cree que los ratings del grado de inversión de Lukoil podrían resultar presionados incluso si logra un favorable paquete de financiación.
RenCap estima que Repsol es casi un 80 por ciento del tamaño de Lukoil en términos de ingresos, un 70 por ciento de los cuales llegan de refino y marketing. En términos de producción, Repsol es aproximadamente la mitad del tamaño de Lukoil.
Sin embargo, el relativamente fuerte ratio deuda/Ebitda de Lukoil del 0,4 podría sufrir un golpe si lograra atraer un enorme nuevo crédito en un momento de generación de caja restringida.
El precio manejado por las fuentes para la operación valora a Repsol en 36.000 millones de euros, un 85 por ciento más del valor actual en bolsa tanto de Repsol como de Lukoil.
"Es casi imposible encontrar un múltiple comparable que haría que el acuerdo creara valor para los accionistas de Lukoil", dijo Dmitry Lukashov de UBS.
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