Este artículo se publicó hace 15 años.
Obama visita la Ciudad Prohibida, residencia de los emperadores
El presidente de EEUU, Barack Obama, encontró tiempo hoy, entre sus conversaciones con las autoridades chinas en Pekín, para un rápido recorrido por la Ciudad Prohibida, la residencia de las antiguas dinastías imperiales.
Obama, que por la mañana en su reunión con el presidente chino, Hu Jintao, había lucido un tradicional traje oscuro y corbata, se cambió para la ocasión y lucía una gruesa chaqueta de aviador con forro de piel.
Con las manos en los bolsillos para protegerlas del intenso frío pequinés, donde hoy se registraban temperaturas en torno a los diez grados bajo cero, el presidente estadounidense recorrió a buen paso los distintos patios del inmenso complejo, mientras el director del monumento, Zheng Xinmiao, le explicaba cada pabellón.
Acompañaban al líder estadounidense altos funcionarios como su principal asesor político, David Axelrod, y su portavoz, Robert Gibbs.
Obama pudo admirar así el Jardín Imperial, la Puerta de la Pureza Celestial o la Sala de la Unión y la Paz, hasta llegar al Patio de la Obediencia Leal y la Puerta de la Continua Armonía, donde firmó en el libro de visitantes distinguidos.
El presidente se declaró admirado por la "magnificencia" del lugar y expresó su deseo de regresar con sus hijas, Malia, de once años, y Sasha, de ocho, a una residencia imperial que describió como "espectacular".
Sede del poder en China desde 1416 hasta 1911, cuando abdicó Pu Yi -el último emperador- y hogar de 24 emperadores, la Ciudad Prohibida, que alberga 800 edificaciones, es el major complejo palaciego del mundo y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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