Este artículo se publicó hace 15 años.
Obama despide a las 13 víctimas de la base de Fort Hood
«Ninguna fe justifica el cobarde asesinato», asegura el presidente de EEUU en el funeral
Las autoridades civiles y militares estadounidenses honraron a los 13 militares muertos a manos de un compañero en la base militar texana de Fort Hood como "héroes y guardianes de la libertad", durante los funerales en los que participó el presidente y comandante en jefe del Ejército, Barack Obama.
En su intervención ante 15.000 personas en Fort Hood, Obama hizo una referencia personal sobre cada uno de los fallecidos y aseguró que "ninguna fe justifica el cobarde asesinato" de los 13 militares muertos el 5 de noviembre.
Esa referencia a la fe es interpretada por ciertos analistas como la posibilidad de que el autor del tiroteo pudiera haber actuado movido por convicciones religiosas, un extremo aún no confirmado por las investigaciones en curso.
El funeral fue seguido con atención por los medios de comunicación estadounidenses, que resaltaron que es la primera vez que Obama atiende públicamente un acto de estas características.
Ya antes de su discurso, esos medios compararon la presencia de Obama, que retraso su gira por Asia para asistir al funeral, con la actuación de otros presidentes en momentos dolorosos de la historia del país, como la de su antecesor George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre.
En el discurso, Obama destacó que son "tiempos de guerra" en EEUU;,y tanto él como el jefe de Fort Hood, el teniente general Robert Cone, reconocieron que las muertes de Fort Hood son "más dolorosas y menos comprensibles por haberse producido en suelo norteamericano y no en frentes de guerra".
Obama también destacó que el autor de los asesinatos, el psiquiatra Nidal Malik Hasan, comandante del Ejército al que no nombró, será llevado ante la Justicia.
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