El número de refugiados sirios que han escapado de su país a Turquía para huir de la represión del régimen de Bachar al Asad era hoy de 8.538, informó hoy la cadena NTV.

Al menos dos de los campos de refugiados establecidos en la provincia de Hatay (Yayladagi y Altinözü) están llenos, por lo que el gobierno turco está estableciendo nuevos lugares para alojar a los recién llegados.

Con todo, Efe pudo comprobar que resulta muy difícil obtener una información real de lo que sucede en ellos debido a la política de Ankara de no permitir a los periodistas acercarse a los campos de refugiados.

Los campamentos están rodeados por vallas cubiertas de lona y se han colocado cámaras de seguridad para impedir el acercamiento de los informadores.

Aún así, testigos locales consultados explicaron que la situación dentro de los campos es de total calma.

Se calcula que el número de refugiados puede exceder los 8.538 registrados en los campos debido a que muchos sirios han buscado refugio en casas de la población local de la provincia de Hatay, a la que los unen lazos familiares.

Otros sirios cruzan la frontera a diario de manera ilegal, mientras la Gendarmería turca hace la vista gorda, para comprar pan y otros víveres y regresar a los pueblos sirios.

Uno de estos explicó a Efe que no se quedaría en Turquía puesto que algunos miembros de su familia y el ganado aún permanece en Yisr al Shogur, la localidad de 50.000 personas asediada por el ejército sirio.

También aseguró que muchos sirios temen que el hecho de ser registrados y fotografiados al entrar en los campos de refugiados pueda provocar represalias del régimen si la situación se calma y son obligados a volver a sus hogares en Siria.