Este artículo se publicó hace 16 años.
Nueva escalada verbal eleva la tensión entre los gobiernos de Uribe y Chávez
La tensión entre los gobiernos de Colombia y Venezuela a causa de una propuesta del presidente Hugo Chávez en favor de la guerrilla colombiana se elevó hoy con una nueva escalada verbal que incluyó comentarios de un alto mando militar estadounidense.
En medio de este ambiente, una emisora de radio colombiana, la W, anunció que "conoció de manera exclusiva que la guerrilla de las FARC anunciará en las próximas horas en Venezuela la entrega de nuevos secuestrados" y que entre ellos estará un estadounidense.
Dicha información no fue confirmada aún por los gobiernos de Colombia o Venezuela, que en las últimas horas se acusaron mutuamente, el primero al segundo de injerencia y de insultar a los colombianos, y el segundo al primero de no estar comprometido con la paz, obedecer a EE.UU. y conspirar para eliminar a Chávez.
La senadora colombiana Piedad Córdoba, que junto a Chávez medió para que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberaran el pasado 10 de enero a dos políticas secuestradas, pidió prudencia y discreción sobre el asunto en declaraciones a la W.
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, dijo hoy no tener información sobre nuevas liberaciones, pero adelantó que Chávez insistirá en buscar fórmulas que "más temprano que tarde" conducirán a una solución al conflicto colombiano.
Un día después de haber sido acusado de "injerencia" en los asuntos del vecino país, el Gobierno de Venezuela afirmó hoy que el de Colombia no está comprometido con la paz y ratificó su propuesta de buscar una fórmula que "regularice" el conflicto armado colombiano.
"El gobierno colombiano no está comprometido con la paz, sino obsesionado con la guerra y con derrotar militarmente a las fuerzas insurgentes", señaló en una nota la Cancillería venezolana.
La actual tensión obedece precisamente al hecho de que Chávez reclamó, después de la liberación de Clara Rojas y Consuelo González, la retirada de las FARC y al Ejército de Liberación Nacional (ELN), otro grupo guerrillero de Colombia, de la lista de organizaciones terroristas que manejan Estados Unidos y la Unión Europea y el reconocimiento de su condición de "insurgentes".
La propuesta sólo tuvo aceptación en Nicaragua. Otros países generalmente aliados de Venezuela, como Bolivia, Argentina y Ecuador, no se pronunciaron a favor.
La Cancillería de Uruguay ha recomendado al Gobierno del socialista Tabaré Vázquez abstenerse de un pronunciamiento, según informó hoy el semanario "Búsqueda".
"En lugar de poner todo su empeño en construir una solución política al conflicto armado, (el Gobierno colombiano) busca cualquier pretexto para justificar su lógica militarista", señaló hoy la Cancillería de Venezuela.
La declaración responde a una nota de protesta enviada a Venezuela y leída este miércoles por el canciller colombiano, Fernando Araujo, en la que se pide a Chávez "cesar las agresiones" contra Colombia.
Chávez "no desaprovecha oportunidad para maltratar a Colombia y a su Gobierno" y "confunde la cooperación con la injerencia" en asuntos internos del país, señaló Araújo, quien estuvo seis años secuestrado por las FARC.
Previamente, Chávez había acusado en Managua a su colega colombiano, Álvaro Uribe, de ser un instrumento de Estados Unidos que amenaza la paz y la integración de Latinoamérica.
También aseguró que desde Bogotá conspiran para matarlo y para generar un conflicto armado entre Venezuela y Colombia.
El gobernante venezolano dijo que este plan compromete a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y el Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS).
El ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, salió hoy a responderle. "Que muestre las pruebas (del complot), si llega a ser verdad", dijo en una entrevista a Caracol Radio.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el almirante Michael Mullen, que visita Colombia, también dijo hoy que "no existen pruebas".
Las acusaciones de Chávez que "han persistido durante bastante tiempo y, en este sentido, realmente desde el punto de vista de los Estados Unidos no les prestamos mucha atención", agregó.
Mullen afirmó que la carrera armamentista venezolana y su postura frente a la guerrilla colombiana son una "seria preocupación" para Estados Unidos, como lo son para Colombia.
Respecto a las FARC dijo que "son una organización terrorista, la cual se ha involucrado en actividades terroristas, en secuestro, en narcoterrorismo".
El político Luis Miquilena, que ayudó a Chávez a llegar al poder y actualmente es oponente, manifestó hoy a Caracol Radio que la mayoría de los venezolanos son solidarios con el pueblo de Colombia y su gobierno, y "condenan fuertemente la actitud absurda y los exabruptos" del presidente venezolano, a quien llamó "farsante".
Miquilena, que presidió la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 y fue ministro con Chávez, acusó al mandatario de generar problemas con países "hermanos" como Colombia por su afán de ser "protagonista de acontecimientos" y sus acciones "contaminadas de circo".
Las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela pasan por un momento crítico desde finales del pasado noviembre, cuando Chávez llamó a consultas a su embajador en Colombia, Pável Rondón, que no ha regresado todavía a Bogotá.
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