Este artículo se publicó hace 15 años.
Netanyahu pide a Livni que entre en el gobierno en medio de la crisis en el Kadima
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió a la jefa de la oposición, Tzipi Livni, que se integre en su coalición de gobierno, en medio de las amenazas de varios diputados de que abandonarán el partido Kadima que ella dirige.
En un encuentro que ambos celebraron hoy en Jerusalén, el jefe del Gobierno propuso a Livni la formación de un gobierno de unidad nacional, informa el diario Haaretz por internet.
La jefa del Kadima, que en los últimos días vive con la amenaza de al menos siete de sus diputados de dejar el partido y pasarse a otros, no rechazó la propuesta como venía haciendo desde la formación del gobierno en marzo.
Según el diario, Livni le ha respondido que, si la oferta es real, "siempre he dicho que el tema está abierto a discusión", pero le aclaró que será el partido el que decida.
Kadima, creado en 2005 por el entonces primer ministro Ariel Sharón, ganó las elecciones de febrero de 2009, pero por imposibilidad de formar coalición parlamentaria fue Netanyahu el que quedó al frente del gobierno.
Hoy, al tratar de convencerla en una reunión que duró 90 minutos, le explicó que la incorporación del Kadima es crucial para los retos locales y globales que afronta Israel, pero no entró en cuestiones relacionadas con el reparto de carteras ministeriales.
Netanyahu es acusado por la jefa de la oposición de sembrar la discordia en su partido y tentar a varios de los diputados para que lo abandonen en un bloque mínimo de siete, de forma que parte de la financiación se vaya con ellos al poder formar un nuevo grupo parlamentario.
Además del posible abandono de los parlamentarios, Livni se enfrenta a las demandas de su número dos, Shaul Mofaz, de que convoque elecciones primarias en 2010, a pesar de que los reglamentos del partido prohíben hacerlo si no es meses antes de las elecciones generales.
En los últimos días, Mofaz y otros dirigentes acusan a Livni de "no escuchar" y de provocar con ello la crisis que podría acabar dividiendo a Kadima.
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