Este artículo se publicó hace 16 años.
Munúa asegura que "hay cosas que no sabes por qué pasan, pero debes asumirlas"
El uruguayo Gustavo Munúa intenta regresar, poco a poco, a la normalidad después del incidente que protagonizó el pasado 11 de enero en el vestuario de la ciudad deportiva de Abegondo, donde propinó un puñetazo al israelí Dudú Aouate.
La justicia le condenó por ello a seis meses de cárcel, que finalmente fueron sustituidos por una multa de 3.600 euros, a los que se añade la sanción económica que le impuso el club, aunque quizá para Munúa el mayor castigo fue pasar de la titularidad a la suplencia, su lugar habitual desde que llegó hace cinco años al Deportivo. Pero no pierde la esperanza de triunfar algún día en Europa.
Pregunta.- Ha pasado un mes de todo aquello. ¿Está olvidado?.
Respuesta.- Sí. Por suerte ya es pasado. Son cosas que la vida te deja, golpes de los que hay que aprender, pero hay que levantar la cabeza, mirar a los ojos, ir de frente, decir lo que uno piensa y así es como, a corto o a largo plazo, la gente te termina por conocer.
P.- Si tuviera una máquina del tiempo y volviera hacia atrás, ¿borraría lo que pasó?.
R.- Pienso que hay cosas que no sabes por qué pasan, que no se pueden manejar. Pasan en cualquier momento de tu vida y cada uno debe asumirlas. Tengo los objetivos muy claros y seguro que se van a dar: me gustaría dejar un buen recuerdo en lo futbolístico.
P.- Pese a lo que ocurrió, no ha quedado como el malo de la película. El vestuario también solicitó a Aouate que pidiera perdón.
R.- Aquí no se trata de ser malo ni bueno. Son cosas que a veces pasan. Esto no fue premeditado. Aquí somos todos grandes, lo más importante es respetar al compañero, a todas las personas, y no es quedar ni bien ni mal. A mí me gusta ir de frente, diciendo la verdad, y ese siempre va a ser mi camino, tratando de mejorar cada día como persona, como ser humano y como futbolista.
P.- ¿Se magnificó mucho?.
R.- Ese tema no va con nosotros porque tú no lo puedes manejar. Son noticias desagradables, que la gente lee, y todo va de la mano. Es difícil de parar, de controlar, pero hay que estar tranquilo y ver lo que pasa.
P.- ¿Temió por su carrera?.
R.- Sinceramente, no. No, porque lo más importante en la vida es ir de frente. A veces te equivocas, a veces no, y también te puedes equivocar sin querer. Una cosa es equivocarte sin querer y otra es equivocarte queriendo. Lo más importante es mantener una línea. Yo no la quiero perder, quiero seguir igual que siempre, y esto te hace abrir la cabeza a muchas cosas. En el Deportivo, a pesar de no tener continuidad, hace unos años que estoy adaptado al fútbol europeo, soy comunitario y he sacado muchas cosas positivas.
P.- En la Justicia ya lo ha pagado, pero en lo deportivo todavía está sufriendo las consecuencias.
R.- En lo deportivo hay un compañero joven -Fabricio Agosto- al que se le están dando oportunidades y eso es muy bueno. Aquí todos aprendemos de todos y lo más importante es el equipo. A mí me ha tocado vivir situaciones incómodas en el Deportivo, nunca terminé de entender por qué, pero a la larga el tiempo conduce a la verdad.
P.- ¿Ésta es la situación más incómoda?.
R.- Esto fue una cosa que no estaba prevista en ninguna parte, que no se puede manejar, pero hay otras cosas que sí se manejan y te dan mucha tristeza que hayan pasado. Quizás por eso en el fútbol europeo no he podido sacar la cabeza.
P.- En toda su etapa en el Deportivo sólo ha tenido continuidad en la última temporada de Javier Irureta. ¿Es una dinámica que cansa al jugador?
R.- Cuando vine, el Deportivo era un equipo de Champions y había un portero como Molina que era reconocido a nivel mundial. Después, me gané un lugar en el equipo y más tarde llegó un entrenador -Joaquín Caparrós-, que hizo cambios y yo fui uno de ellos. Ahora estoy en una edad muy buena, me siento bien, y quiero demostrar lo que puedo hacer.
P.- Lleva muchos años en España, ¿no le entran ganas de regresar a Uruguay?
Sinceramente, me encuentro con fuerzas y ganas para demostrar que uno no vino aquí a decir que está en Europa y nada más. Ustedes saben que aquí han pasado unas cosas difíciles que tal vez la gente en sus casas no las saben. Saben lo que ha pasado en dos años en el club, no sólo conmigo, sino con otros compañeros. Son momentos muy difíciles que a mí me tocó vivirlos y que han impedido que la gente vea a Munúa, pero yo no voy a bajar los brazos.
P.- El otro problema está en el campo, en lo deportivo, porque ocupan puestos de descenso. ¿Se salvarán?
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