Este artículo se publicó hace 10 años.
Moratinos, lobbista ante el dictador Obiang: "Abandonar a Guinea sería un error histórico"
Distintos organismos internacionales consideran a Guinea Ecuatorial como el país más corrupto y desigual de África, víctima de una dictadura represiva que lleva desangrando a la población de la antigua colonia española desde 1979. Pero lejos de abogar por el aislamiento económico y diplomático con el que el mundo occidental condena a algunos de los países que no cumplen con los derechos humanos, los distintos gobiernos españoles, de la dictadura a la democracia y desde el PSOE hasta el PP, han mantenido relaciones fluidas e incluso de amistad con el régimen que preside Teodoro Obiang, así como con el propio mandatario.
Lejos del secretismo y de la ambigüedad con la que los distintos gobernantes españoles han afrontado esta relación —durante el funeral de Adolfo Suárez el Gobierno evitó hacerse la foto con Obiang delante de los fotógrafos acreditados—, uno de los pocos que ha reconocido abiertamente la necesidad de mantener esos lazos con la dictadura africana ha sido el exministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos.
Esta semana, el lunes y el martes, el máximo responsable diplomático durante los gobiernos del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, volvía al país al que ya viajó cuando era ministro, provocando numerosas polémicas como cuando en 2009 aseguró que trataría al Estado, uno de los más ricos de África, como un país "hermano". Pero en esta ocasión Moratinos se ha desplazado hasta la ciudad de Bata, la más importante de Guinea Ecuatorial por su número de habitantes, para ejercer su influencia y utilizar su buena relación con Obiang en defensa de los intereses de algunas de las empresas españolas más importantes.
"La puerta de entrada en África"Él mismo reconocía ayer en declaraciones a Público que "las buenas relaciones" con el país africano "son fundamentales" para España. "La no relacion no lleva a ningún lugar y siempre he mantenido mi compromiso con Guinea", explicaba. El motivo de su viaje de esta misma semana ha sido, una vez más, "defender los intereses españoles" en la excolonia, ya que considera que se trata de "la puerta de entrada de España en África".
Moratinos reconoce que durante su visita se reunió con el propio Obiang, ante quien ejerció de intermediador de dos de las grandes empresas españolas con intereses en la región. En concreto, defendió dos de los proyectos con los que trabajan para el país tanto la entidad Fomento al Desarrollo como Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). El exministro asegura que la primera está detrás de una operación de protección civil que se va a poner en marcha en el país africano. La segunda, por su parte, busca un contrato relacionado con los recursos hídricos.
La modernización de países emergentesSegún su propia página web Fomento al Desarrollo diseña y ejecuta "proyectos integrales que mejoren la infraestructura necesaria para la modernización del modelo productivo y social de regiones y países emergentes". Cita, entre otros proyectos, los que tienen que ver con la promoción y desarrollo de proyectos en los sectores de salud, agro-industria, energía, protección civil, educación, obras públicas y comunicaciones.
La información que figura en el registro mercantil y que ha sido consultada por este diario desvela que el administrador único de la entidad es Juan Sebastián Garrigues, un empresario que entre otros negocios mantuvo una tienda con el sobrino del rey Juan Gómez-Acebo y Borbón, y que en 1994 concurrió a las elecciones europeas en la candidatura de Foro-CDS que encabezó el polifacético Eduardo Punset.
Que no ocurra como con FilipinasFCC es, en cambio, una de las principales empresas españolas especializada en la construcción de grandes infraestructuras y cuya principal accionista, la que controla en solitario la empresa, es la multimillonaria Esther Koplowitz.
El exministro del Gobierno Zapatero insistía ayer en defender sus gestiones en Guinea Ecuatorial. "No tiene sentido que no seamos capaces de comprometernos y de acercarnos al único país africano que habla en español y que difunde la cultura española", aseguraba. Moratinos señala también que en el país africano se están produciendo "cambios sociales enormes". Por eso juzga como "un error histórico" abandonar el país "y que ocurriera como con Filipinas", víctima, según él, del "rodillo anglosajón".
El viaje de Moratinos se produce semanas después de las polémicas que protagonizó el propio Obiang y su relación con los mandatarios españoles. A la ya mencionada presencia del dictador en el funeral de Adolfo Suárez se sumaron las controvertidas invitaciones que le hicieron al mandatario guineano tanto el Instituto Cervantes como la Universidad Nacional a Distancia (UNED), para que pronunciara sendas conferencias en las sedes de ambas organizaciones en Bruselas. El propio Obiang aseguró que fue el rey el que medió para que pudiera participar en dichos actos, un extremo que fue desmentido por la Casa Real.
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