Este artículo se publicó hace 15 años.
"Yo monto andamios"
Alejandro Sanz presenta en Madrid su octavo disco, 'Paraíso Express'
Escenario: una silla blanca sola para el artista, un estampado con nubes y el cielo de fondo (por aquello del paraíso) y un reloj de cartón como único decorado, el mismo que Alejandro Sanz parece estar a punto de "tocar" en la portada de Paraíso Express. Al otro lado, unos 200 periodistas afilando el lápiz, sentados en butacas, también blancas. Hay algo de junta de accionistas en el ambiente, sino fuera porque en la calle esperan algunos fans con globos de aire caliente y porque aquí en el hilo musical suenan a todo trapo Lola Soledad, Pero esta tarde no te vas y otros temas del nuevo disco.
Los tiempos están medidos como en un plató. No en vano, las cámaras y los focos acampan a sus anchas y suelen tener preferencia. Tras la proyección del videoclip de Looking for Paradise, que ha servido de presentación bilingüe del álbum y donde colabora la estrella del R&B norteamericano Alicia Keys, Alejandro Sanz entra por fin en escena, salido directamente del libreto del disco, o al menos vestido igual. Se saca el iPhone del bolsillo y dispara al auditorio: "Me lo ha pedido la gente de la web. Estáis de foto". Risas. Aplausos.
El nuevo trabajo quiere ser "un guiño" a los primeros álbumes
Y como suele suceder cada vez que a Alejandro Sanz se le ocurre aparecer en público, se atropellan preguntas, elogios, declaraciones de amor, peticiones humanitarias y, también, alguna cuestión musical. La primera en la frente: Ana Rosa Quintana quiere saludarle en directo y hacer un par de preguntas. ¿Ha encontrado el paraíso? ¿Dónde está? ¿Y con quién lo comparte? Alejandro pone el piloto automático, no vaya a estrellarse: "Para mí, el paraíso es este disco y está aquí, con todos vosotros, ahora mismo". Oh, vaya.
Paraíso Express (Warner) ha sido presentado por el propio cantante como "un guiño a quienes echaban de menos los primeros discos", una vuelta a los "sentimientos optimistas", después de una "etapa oscura" marcada por los dos últimos álbumes, El tren de los recuerdos (2006) y No es lo mismo (2003). "La evolución la tenía clara, aunque no sé si el salto es hacía atrás o hacia adelante: quería recuperar los arreglos más pop/rock de entonces y dejar el flamenco en mi voz. Yo respiro como los flamencos y aprendí a cantar escuchando a Camarón y Paco de Lucía, que me metieron el veneno de la música".
Pero las vueltas a los orígenes ya no son lo que eran. Fíjense: Más, el disco en que se mira este nuevo álbum, consiguió vender en 1997 un millón de copias en cinco días. Hoy, Paraíso Express sale en tres ediciones: CD Box, CD Book y CD Super Jewel y Sanz cree que la industria necesita "imaginación y creatividad" en la promoción. Él mismo ha colaborado con acciones 2.0 desde su web, dirigidas a que los fans participen y se sientan parte de algo. "Aunque hay un baremo infalible: los niños. Si les ves cantando oh-oh-oooh [por el estribillo de Looking for Paradise], es que todo va bien".
"Dentro de la industria musical hay optimistas, y yo lo soy"
"Pero yo no me planteo como está la industria: yo monto andamios. Hago canciones. Dentro de la industria hay optimistas y yo lo soy. Creo que acabará regulándose y que todos tendrán su parte", reconoce Sanz. Aunque se queja: tiene por delante tres días mortales de promoción: "Cuando entregué el disco a la discográfica me temía lo peor: sabía que me iban a hacer trabajar el triple". Más risas y aplausos.
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