Este artículo se publicó hace 14 años.
El monaguillo de Castellón denuncia abusos del carmelita
La investigación se abre tras mostrar el joven su voluntad en un mensaje electrónico
Ya hay denuncia. Después de casi un mes, el monaguillo que presuntamente sufrió abusos a manos de un religioso de la orden de los carmelitas descalzos en Burriana (Castellón) se ha decidido a llevar los hechos ante la Justicia. Así lo anunció ayer el fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Castellón, Javier Carceller, quien señaló que la víctima, a través de una comunicación electrónica (el joven, ya mayor de edad, reside en Perú desde que sucedieron los hechos), "ha comunicado su voluntad de denunciar".
"Esta misma mañana hemos notificado y remitido la existencia de esos hechos al decano de Vila-real", explicó Carceller. A efectos jurídicos, el comunicado del joven vale para incoar expediente e iniciar una investigación formal. Las partes recibieron ayer mismo la notificación de inicio de las investigaciones.
De hecho, Carceller ya ha remitido las diligencias al juzgado decano de Vila-Real, para que tanto la víctima como el presunto pederasta no tengan que comparecer dos veces ante distintos juzgados. "Queremos evitar las victimizaciones de todo el mundo. Con una vez que se pregunte, es bastante", aclaró el fiscal.
El joven, en declaraciones a la Cadena Ser, mostró su "confianza" en la Justicia, mientras que el padre de la víctima manifestó que la denuncia "era una necesidad y una obligación" para que se haga justicia. "No queremos ninguna compensación económica", aclaró.
Denuncia pioneraEl caso de Burriana es el primero en España en el que son los propios religiosos quienes ponen en conocimiento de la Fiscalía los presuntos hechos delictivos. La Justicia, no obstante, hasta la fecha no había podido actuar, pues la víctima (perteneciente al Camino Neocatecumenal y que presuntamente sufrió los abusos cuando era monaguillo) aún no había mostrado su intención de denunciar.
No así los padres, que a finales de abril se dirigieron al superior de la congregación, quien, tras constatar los hechos, los puso en conocimiento de la fiscalía, junto a dos documentos en los que tanto la víctima como su progenitor relataban los hechos.
Los supuestos abusos sucedieron en el convento de la congregación en Burriana (Castellón). El joven colaboraba en la parroquia como monaguillo. Según su propio relato, los abusos comenzaron con tocamientos y caricias para terminar con un acoso sexual que tuvo lugar dentro de una de las celdas del convento.
La denuncia de los carmelitas contrasta con lo que hasta la fecha ha sido práctica común entre los responsables eclesiásticos ocultar los abusos y, como mucho, trasladar al acusado de destino, y se inscribe en la política de "tolerancia cero" que exige Benedicto XVI.
El fraile sospechoso se encuentra en la actualidad en un monasterio de los Carmelitas en Valencia. La Orden, según fuentes del caso, mantiene las medidas cautelares adoptadas en su día contra el monje, que básicamente consisten en que no puede permanecer a solas con ningún menor. Tras conocerse la incoación de la denuncia, el fraile, a través de un escrito enviado por su abogado, negó "categóricamente" las acusaciones y solicitó que se respetara su derecho a la presunción de inocencia".
Por su parte, el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, condena en su carta para este domingo las "actuaciones deplorables de algunos sacerdotes, poquísimos respecto del total", y recuerda que la Iglesia necesita penitencia, purificación y perdón, pero "también de justicia".
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