Este artículo se publicó hace 13 años.
El MoMA dedica una exposición a Willem de Kooning, icono del expresionismo abstracto
Unas doscientas obras del pintor holandés Willem de Kooning conforman la retrospectiva que desde hoy le dedica el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) a uno de los artistas más destacados y prolíficos del siglo XX.
Se trata de la primera gran exposición que el prestigioso museo neoyorquino dedica a De Kooning (1904-1997) y en la que ha buscado reflejar toda la trayectoria de su obra, desarrollada a lo largo de siete décadas y que lo consagraron como uno de los grandes del expresionismo abstracto del pasado siglo.
"Esta muestra supone una oportunidad sin igual para estudiar el desarrollo artístico de Willem de Kooning a lo largo de casi setenta años, desde sus inicios académicos en Holanda a sus pinturas abstractas de finales de los ochenta", señaló el museo.
El comisario de la muestra, John Elderfield, se refirió a relevancia artística de Willem de Kooning, así como "a su revolucionaria importancia para el arte moderno en su globalidad".
"Esta exposición demuestra cómo De Kooning nunca siguió un único y definido camino", señaló Elderfield, que también explicó que el artista evolucionó "hacia la abstracción para encontrar la continuidad en el cambio permanente".
La retrospectiva, que se podrá visitar hasta el 9 de enero de 2012, ocupa la sexta planta del templo del arte moderno neoyorquino, con casi 200 obras, entre pinturas, esculturas o dibujos, procedentes tanto de museos como de colecciones privadas y públicas, y desplegadas en siete salas que ocupan más de 1.500 metros cuadrados.
Es también la primera de carácter global que un museo realiza sobre la obra del maestro del expresionismo abstracto.
En las paredes y salas del MoMA han quedado representados "casi todos los trabajos realizados por De Kooning, tanto en lo técnico como en los temas, ya que esta retrospectiva incluye pinturas, esculturas, dibujos y grabados", agregó el experto.
Entre ellas están algunas de las más destacadas, consideradas piezas clave en la trayectoria del pintor nacido en Rotterdam el 24 de abril de 1904 y que emigró a mediados de la década de los veinte a Estados Unidos para establecerse en Nueva York, en donde vivió hasta su muerte en Long Island, el 17 de marzo de 1997.
De Kooning es considerado como el mayor exponente del expresionismo abstracto del siglo XX y era uno de los artistas más destacados entre el grupo conocido como la "Escuela de Nueva York", que a mediados del pasado siglo reunió talentos de la talla de Jackson Pollock, Mark Rothko, Franz Kline o Adolph Gottlieb.
En las salas del MoMA se pueden contemplar conocidas obras del maestro holandés como "Pink Angels" (1945) o "Excavation" (1950), además de su conocida serie titulada "Women (1950-53)", así como sus tempranas "Still Life" (1916-17) y "Still Life (Bowl, Pitcher and Jug)", ejecutada hacia 1921, cuando aún vivía en Holanda.
La muestra permite contemplar las técnicas utilizadas por el artista en sus famosas pinturas de figuras de mujeres, realizadas entre 1940 y 1946, y creadas mediante un proceso en el que mezclaba los dibujos en carboncillo con pinturas al óleo aplicadas en capas alternativas, explicó el museo.
Las fotografías que relatan la evolución de su conocida "Woman, I (1950-52)" abren esta retrospectiva y son la primera muestra del trabajo del artista con la que el visitante se topa al entrar en la sala.
También contiene ejemplos de sus series artísticas más importantes y siguiendo un orden cronológico desde las pinturas figurativas del principio de la década de los cuarenta a las composiciones en blanco y negro de 1948-49.
Igualmente se han incluido obras de arte abstracto urbano que el pintor holandés realizó a mediados de los cincuenta, así como las de su regreso al arte figurativo una década después y sus trabajos posteriores.
Entre ellas figura también un escenario teatral, "Labyrinth", muy poco conocido y que data de 1946, así como las obras que realizó a finales de esa década, después de haberse trasladado a Carolina del Norte para ejercer como profesor y su vuelta a Nueva York para proseguir con las intensas pinturas de su serie de mujeres.
Igualmente se exhiben sus paisajes abstractos como "Park Rosenberg" (1957) y "Merritt Parkway" (1959), y la influencia que en su carrera tuvo su traslado a la costa neoyorquina y la luminosidad que llevó a sus pinturas de mujeres como "Clam Diggers" (1963) o la más expresionista y erótica "Woman in a Rowboat" (1964), así como sus obras escultóricas creadas a partir de los setenta.
La etapa final del artista, desarrollada entre los setenta y los ochenta, cuando su salud se había deteriorado y sufría demencia, pero seguía activo, se puede observar en "Untitled VI" (1986) y "The Cat's Meow" (1987), entre otras.
Por Elena Moreno
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