Este artículo se publicó hace 13 años.
Miles de tailandeses huyen de los choques en la frontera camboyana
Miles de civiles tailandeses abandonaron la frontera con Camboya tras la reanudación de los combates entre solados de ambos países cerca del disputado templo de Preah Vihear, informaron hoy fuentes oficiales.
El gobernador de la provincia de Si Sa Ket, Somsak Suwansujalit, indicó que 15.000 personas han huido de la zona desde que el viernes por la noche comenzaran los enfrentamientos, que hasta ahora han provocado cinco muertos y una treintena de heridos, algunos de ellos civiles.
Ambos bandos se acusan mutuamente de haber comenzado las hostilidades, y Camboya aseguró que los proyectiles tailandeses han dañado parte del complejo religioso.
Por cuarto día consecutivo, los combates se reanudaron esta mañana en la frontera común después de que se detuvieran a medianoche, según confirmaron portavoces de los dos gobiernos.
Los enfrentamientos del domingo ocurrieron a pesar del alto el fuego pactado entre ambas partes tras las primeras escaramuzas que causaron cinco muertos y elevaron la tensión en Preah Vihear.
El primer ministro tailandés, Abhasit Vejjajiva, defendió el domingo la actuación de su gobierno con Camboya en respuesta a la presión que ejerce la alianza nacionalista de los "camisas amarillas", que exige su renuncia por el contencioso territorial.
Por su parte, el líder camboyano, Hun Sen, envió una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas protestando por la "flagrante agresión" de Tailandia.
Los "camisas amarillas", que hasta ahora habían respaldado al Partido Demócrata de Abhisit, llevan casi dos semanas acampados frente a la sede del Ejecutivo para reclamar más dureza con Camboya en la disputa fronteriza.
Exigen que Tailandia revoque un memorando de entendimiento para delimitar el paso alcanzado en 2000, rompa sus lazos con la UNESCO por considerar que el territorio pertenece al país vecino y expulse de la "zona caliente" a todos los soldados camboyanos.
Ambos países arrastran el conflicto desde el verano de 2008, cuando la agencia de la ONU reconoció a Preah Vihear, un templo jemer del siglo XI, como Patrimonio de la Humanidad en Camboya.
Tailandia lo admite, pero reclama una zona de 6,4 kilómetros cuadrados situada en los alrededores no incluida en el fallo del Tribunal Internacional de La Haya que determinó la zona de soberanía camboyana.
La crisis preocupa a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que ahora preside Indonesia.
El ministro de Exteriores indonesio, Marty Natalegawa, tiene previsto visitar hoy Camboya y mañana Tailandia para buscar una solución pacífica al conflicto entre dos países miembros del bloque regional.
La ASEAN emitió el fin de semana un comunicado en el que subrayó que la situación en Preah Vihear "debe ponerse bajo control y los dos países deben regresar cuando antes a la mesa del diálogo".
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