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"Si mi padre viviera, el mundo sería diferente"

El 18 de agosto arranca en Benicàssim el festival de reggae Rototom Sunsplash', que en esta edición homenajea la leyenda del rey del reggae cuando se cumplen 30 años de su desaparición

 

ROCÍO PONCE

Bob Marley no hubiera deseado ser un visionario. Pero la letra de So much trouble in the world es el ejemplo perfecto para definir la actualidad. Como también fue un análisis social en 1979, cuando Bob Marley and The Wailers publicaron el álbum Survival. 'Ves hombres navegando en su propio ego, despegan sus cohetes, a un millón de millas de la realidad, no les preocupas tú, no les preocupo yo. Demasiados problemas en el mundo. Todo lo que hay que hacer es dar un poco'.

'Esta canción es el ejemplo perfecto para ver que las canciones de mi padre son atemporales', explica a Público Stephen Marley, hijo de Bob Marley. El cantante y productor musical formará parte junto a dos de sus hermanos (Ziggy y Kymani) y su madre, Rita, de la programación del festival Rototom Sunsplash, que tendrá lugar entre el 18 y el 27 de agosto en Benicàssim (Castellón), y que está considerado como el mayor festival europeo de reggae. En su segunda edición en España presiones políticas del Gobierno de Berlusconi acabaron con 16 años de festival en Italia homenajea la figura de Bob Marley en el 30 aniversario de su desaparición. Filippo Giunta, director del festival, ha mantenido siempre la presencia de Bob Marley en todas las ediciones, pero en esta ocasión 'será más evidente que nunca'.

«Mi padre no nos enseñó nada de música porque ya nacíamos con ella en el alma»

'No me paro a pensar qué diría mi padre de cómo está el mundo hoy, porque creo que si él estuviera las cosas serían diferentes', opina Stephen Marley, que mantiene la idea de que la influencia 'musical y espiritual' del rey del reggae era tan grande que podría haber cambiado las cosas. 'Era y es imposible no escuchar su mensaje', explica.

Bob Marley (1945-1981) pasó de una granja de un pueblo al norte de Jamaica a convertirse en la primera superestrella del Tercer Mundo. 'Él creía en la lucha contra la opresión y tenía un mensaje de esperanza y redención', explica Roger Steffens, periodista que le acompañó dos semanas en una gira.

Giunta recuerda que la suerte fue también clave en el lanzamiento mundial de la música de Marley. Chris Blackwell de Island Records había perdido el contrato con Jimmy Cliff y necesitaba un nuevo cantante, 'fue entonces cuando encontró a un joven Bob Marley que le gustó desde el principio y acabó siendo un éxito mundial desde el primer disco'.

«Le conocen desde los indios Havasupai a los aborígenes australianos»dice su biógrafo

Pero ni el éxito ni la fama le importaban. Según Steffens, Bob Marley no hacía caso a los números uno que conseguía en las listas musicales ni a los millones de dólares que ganaba. 'Sólo quería que la gente escuchara el mensaje rastafari. Compraba casas para amigos y su familia, pero nunca tuvo una suya. Nos decía que el dinero era sólo una herramienta para ayudar a la gente', recuerda el biógrafo.

Raro es el rincón de la Tierra en el que no se reconozca la imagen de Bob Marley, rastas y porro incluido, prácticamente convertido en marca, o haya escuchado alguno de sus temas más conocidos, como No woman no cry, Could you be loved, A lalalala long y One Love. 'Lo conocen desde los indios Havasupai, de lo más profundo del Gran Cañón, que creen queBob Marley es la reencarnación de su gran jefe que ha vuelto como un hombre negro para darle la libertad a la tierra roja, hasta los aborígenes australianos, que lo consideran un hombre sagrado', explica Steffens. A Stephen Marley le gusta el hecho de que haya gente que crea que su padre es una especie de dios: 'Es precioso que lo piensen, pero el mensaje de Bob Marley es el de un siervo de dios que hablaba a través de su música de amor, igualdad y espiritualidad'.

«Mi padre era un siervo de Dios que hablaba con su música de amor, igualdad y espiritualidad»

Bob Marley fue una de las revelaciones del reggae a nivel mundial a principio de los setenta con su banda The Wailers y se convirtió en uno de los mayores impulsores del movimiento rastafari. Aunque tuvo tiempo de ser, además de todo eso, novio, marido, amante y padre de 11 hijos (reconocidos). 'Era un padre genial, le encantaba decirnos Hijos, vámonos a comprar un helado'. También nos llevaba aZiggy, Rohan, Robbie, Damian, que era un bebé, y a mí a la playa a jugar', recuerda Stephen Marley, que sólo tenía nueve años cuando Bob Marley falleció de cáncer en 1981.

'Mi padre no nos enseñó a tocar ningún instrumento ni nada por el estilo, nacimos con la música en nuestras almas. Por eso muchos de mis hermanos son músicos también'. Pero los ideales de la religión rastafari se los inculcó a sus hijos, y a todo el que pillaba, desde el principio. 'Nos hablaba del bien y el mal, que dios es la luz, la llave, todas las respuestas las tiene nuestro Jah, encarnado en Haile Selassie', recuerda Stephen.

Aunque Bob Marley no fue el primer cantante de reggae con éxito fuera de las fronteras jamaicanas (Jimmy Cliff y Toots & The Maytals ya viajaban a EEUU y tenían contratos en grandes discográficas), sí que fue el primero en ser considerado una auténtica estrella mundial, pese a no comportarse como tal. 'Ni actuaba ni vestía como una superestrella. Era muy cercano, no había diferencia entre el Bob Marley público y el privado', explica Roger Steffens, que matiza: 'Él no era como las estrellas de rock, era un rasta y su música significaba algo, algo que cambió el mundo'. Del Marley músico destaca su obsesión por la perfección sobre el escenario. Según Steffens, hacía pruebas de sonido de más de tres horas en solitario y con cada uno de los instrumentos. Pero de Bob Marley persona, lo que más le impresionó al periodista americano fue su 'humanidad y generosidad: mantenía a más de 600 personas cada mes'. Historias como estas y vídeos inéditos los presenta Steffens en su exposición audiovisual La vida de Bob Marley.

Tras el intento de asesinato, Marley pasó de «showman a shaman», dice Steffens

Stephen Marley cree que el reggae le debe 'mucho' a su padre, pero también a otros de los grandes como Jimmy Cliff, Burning Spear y Toot & The Maytals. 'Ellos pintaron el camino para nuestra música, son los padres fundadores', explicaStephen, que acaba de sacar su tercer álbum en solitario, Revelation Part 1: The Root of Life. ¿En qué parte de su trabajo podemos encontrar la estela de Bob Marley? 'Me ha criado él, así que está en todas las partes de mi música. Además de inspirarme, soy su hijo, es como si siembras una planta de mango, lo que obtienes es esa fruta', responde. Para Roger Steffens, Bob Marley fue el 'rompehielos' del reggae. Con la 'explosión' de Marley este estilo musical consiguió exposición mundial.

El director del Rototom Sunsplash define a Bob Marley como un personaje que además del reggae, puso en primer plano el mensaje que trae consigo esta música: 'Una filosofía de vida, una actitud atenta a los problemas y conectada a un mensaje de revolución y defensa de los derechos humanos'.

Bob Marley no creía en la política, bromeaba llamándola 'politricks' (aludiendo a truco o trampa en inglés), pero ha acabado formando parte de ella inevitablemente.

El 3 de diciembre de 1976 sufrió un intento de asesinato en la capital de Jamaica, Kingston, del que salieron heridos él, su mujer Rita, y su mánager entre otras personas. Dos días después tuvo lugar uno de sus conciertos más míticos, Smile Jamaica. Steffens recuerda que Marley, asustado, incluso pensó en llevar una pistola, aunque finalmente no lo hizo. 'Le recordaron que su guitarra era su verdadera arma'. Ante miles de personas y al aire libre, se subió al escenario con una bala en el brazo y otra que casi le rozó el corazón, detrás, su mujer Rita con la cabeza bendada cantaba en el coro. 'Al final del show, se abrió la camisa y le enseñó al mundo sus heridas. Fue el momento más emocionante de la música popular del siglo XX. ¿A qué podemos compararlo?', se pregunta Steffens.

Sólo podría compararse con otro momento crucial propiciado por él mismo. En el concierto que marcó su regreso del exilio en Londres, el One Love Peace Concert, Bob Marley reunió al Primer Ministro jamaicano, Michael Manley, y al líder de la oposición, Edward Seaga. Consiguió que dos rivales, ambos con muchas muertes a sus espaldas, se diesen la mano ante 40.000 personas. Cuando Steffens le preguntó a Bob sobre qué sintió en ese momento, éste le dijo: 'No soy un político, pero si lo fuera, sólo habría una cosa que podría haber hecho y era matar a los dos'.

Para Bob Marley la respuesta a los problemas no era una cuestión de política sino de 'espiritualidad', dice Stephen, que opina que su padre era 'un luchador por la libertad que liberaba a la gente con la música y las ideas de los rastafaris'. Un mensaje, que obviando la parte religiosa, es evidentemente político.

Su biógrafo recuerda especialmente el momento en que Bob Marley descubrió que las personas que quisieron matarle habían sido utilizadas por los políticos. Las estructuras de poder jamaicanas estaban asustadas por los efectos que podían provocar las palabras de Marley en el pueblo jamaicano. 'En 1978, una de las personas que planeó su asesinato se lo confesó a Bob y él le perdonó y se lo llevó con él durante el resto de la gira', explica Steffens. Bob Marley nunca pudo entender cómo 'el hecho de intentar ayudar a tanta gente se le pudiera poner en su contra e intentar matarle. Eso le rompió el corazón'. Para el periodista, justo entonces, Bob Marley 'pasó de ser un showman a ser un shaman, todo el mundo empezó a mirarlo de otra forma'.

Bob Marley fue un hombre, un ídolo, un profeta. Hoy, es una leyenda que se mantiene viva gracias a una legión mundial de fieles seguidores y a una familia volcada en el reggae y en su recuerdo.

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