Este artículo se publicó hace 15 años.
El mejor antídoto contra la crisis
Los jóvenes diseñadores de El Ego de Pasarela Cibeles, encargados de inaugurar ayer la presente edición de la Madrid Fashion Week con el permiso de David Delfín y su aventura neoyorquina, ya eran el mejor antídoto contra el aburrimiento.
Ahora lo serán también contra la crisis económica que amenaza al sector: si desde la pasarela apuestan por una moda cargada de energía y alejada de cualquier convencionalismo, desde el showroom de ventas, instalado en el Cibelespacio, dan la oportunidad a todos los visitantes de ver, tocar y comprar sus innovadoras creaciones a precios más que soportables. Podemos encontrar prendas de nuestros nuevos diseñadores a partir de 30 euros, sin que el bolsillo sufra un colapso nervioso.
Ya en la pasarela, por desgracia en algunos casos, la originalidad sobrepasó peligrosamente la excentricidad, como las propuestas de Roberto Piqueras y sus burkas chandaleros. Tampoco el complejo de Peter Pan de Marta Montoto terminó de convencer. La diseñadora se estrena en El Ego proponiéndonos sobrevivir al próximo invierno a base de pijamas de peluche. Otra debutante en esta edición, la sueca Ida Johanson, presentó una colección en la que reinventa los patrones de prendas tradicionales con americanas desestructuradas, pantalones con cuatro perneras y alguna que otra originalidad creativa, en la que olvidó por completo la practicidad que va unida a la moda (un buen ejemplo son sus prendas para dos, en las que ha llevado El mito magnético, que da título a su colección, demasiado lejos). Poti-Poti, cuya colección se inspiró en los paisajes decadentes de Berlín ciudad donde viven y trabajan,se acerca más al puro estilo homeless, sin ninguna aportación relevante, más que la romántica decadencia que inspirar la capital germana.
Hay vida más allá
Pero en Cibeles no hay que perder la esperanza: la jornada también contó con propuestas rotundas, como las del ruso Serguei Povaguin, quien confirmó su presencia en El Ego con una colección sobria y actual, plagada de figuras que mezcla el estilo retro con el futurista, ofreciendo como resultado prendas elegantes y modernas, que le valieron el codiciado premio LÓreal a la mejor colección.
También gustó mucho la ya veterana María Escoté, que no defrauda ni con sus mezclas de femme fatal y superheroína, ni con sus incursiones en prendas para hombre. Alberto Tous, nuevo diseñador para Cibeles, viejo conocido de la moda independiente, volvió a dar el do de pecho con un glamour actualizado y visionario, enmarcado por impactantes volúmenes. Hoy pasan los mayores y habrá que ver si son capaces de superar el día.
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