Una encuesta realizada alazar a una muestra de médicos de salas de emergencias deEstados Unidos reveló que casi todos opinan que los policíasusan fuerza excesiva para arrestar y detener a lossospechosos.

La muestra, que incluyó a 315 médicos, indicó que mientrasque el 99,8 por ciento opinó que se usa demasiada fuerza, casila misma cantidad (el 97,8 por ciento) había recibido casos consospecha o manifestación del propio paciente de uso de fuerzapolicial excesiva.

Casi dos tercios de los médicos (el 65,3 por ciento)estimaron que habían tratado dos o más de esos casos por año,según publica la edición de enero del 2009 de EmergencyMedicine Journal.

El equipo multicéntrico dirigido por el doctor JaredStrote, de la University of Washington, en Seattle, hallótambién que los médicos de emergencias de hospitalesuniversitarios públicos eran casi cuatro veces más propensos amencionar la atención de pacientes con sospecha de uso defuerza policial excesiva que en el resto de los departamentosde emergencias universitarios o comunitarios.

Las contusiones provocadas por golpes con puños o piesfueron la lesión más frecuente en los casos con sospecha de usode fuerza policial excesiva, seguido del uso de esposas"extremadamente apretadas".

La mayoría de los médicos de emergencias (el 71,2 porciento) admitió que no informa los casos de sospecha de uso deviolencia policial excesiva.

Una gran mayoría (el 96,5 por ciento) dijo que no contabacon políticas en el departamento de información de esassospechas o desconocía de su existencia, mientras que un 93,7por ciento señaló que no había recibido entrenamiento paramanejar esas situaciones.

Con todo, la mayoría de los médicos (el 69,5 por ciento)opinó que derivar esos casos para una investigación era partede sus responsabilidades, mientras que casi la mitad (el 47,9por ciento) consideró que los doctores de las salas deemergencias deberían estar legalmente obligados a informar esoscasos.

Esto "sugiere que las organizaciones (especializadas en)emergencias en Estados Unidos deberían desarrollar y promoverguías de manejo de esta situación tan compleja", concluyó elequipo.

FUENTE: Emergency Medicine Journal, enero del 2009